La tranquilidad del Monasterio de la Santísima Trinidad, hogar de las Hermanas Carmelitas Descalzas de clausura, se vio interrumpida en la madrugada del lunes 3 de noviembre, cuando delincuentes ingresaron y cometieron un “robo sacrílego”. La comunidad religiosa denunció la extracción del tabernáculo y la profanación de las hostias consagradas, actos que han generado conmoción entre feligreses y vecinos del sector.
Según la Arquidiócesis de Cali, los autores no solo se llevaron el tabernáculo, sino que retiraron la tapa, esparcieron las hostias consagradas en el suelo y sustrajeron el copón y el viril, instrumentos utilizados en la custodia eucarística.
Además, los intrusos ingresaron a la oficina del monasterio, robando otros objetos de valor. Este hecho ha sido calificado como un ataque directo a la fe y la espiritualidad de la comunidad católica local.

El arzobispo Luis Fernando Rodríguez Velásquez expresó su solidaridad con las religiosas y destacó la gravedad del acto. “Se trata de una profanación no solo del Santísimo Sacramento, sino de un espacio de clausura que representa siglos de oración y devoción”, indicó. Como consecuencia, la capilla afectada permanecerá sin celebraciones litúrgicas hasta que se realicen las reparaciones y actos de desagravio correspondientes.
¿Qué pasará ahora?
El comunicado de la Arquidiócesis recordó que quienes cometieron el delito incurren en excomunión según el Código de Derecho Canónico. Asimismo, hizo un llamado a la reflexión y la conversión de los responsables. Pidió a la comunidad mantener la oración por la protección del monasterio y sus habitantes.
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Este incidente ha generado indignación y preocupación entre feligreses y autoridades locales, quienes han reiterado la necesidad de reforzar la seguridad en templos y espacios religiosos de la ciudad. La Arquidiócesis adelantará actos de reparación litúrgica en los próximos días.