En medio de un tenso paro armado decretado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el alcalde de Istmina, Chocó, Jaison Mosquera, ha alzado su voz para expresar su preocupación por la creciente crisis humanitaria en su región. En una reciente declaración, el alcalde destacó la grave situación que enfrenta su comunidad, marcada por el abandono y la falta de protección.
En conversaciones con SEMANA, el alcalde describió detalladamente la difícil situación que enfrenta su municipio y las áreas rurales. Aunque el grupo armado comenzó el paro este lunes 12 de agosto, ya había anunciado la medida con varios días de antelación, lo que llevó a los residentes a desplazarse hacia la cabecera municipal antes del inicio oficial del paro.
“Prohibieron que ninguna embarcación se movilice por el río San Juan y algunas carreteras. Eso genera un trauma muy difícil; las familias están confinadas, otras desplazadas, no tienen alimentos. No hemos podido llevar ayudas humanitarias que ya conseguimos en la administración municipal. A raíz del paro no hay cómo llegar al territorio”, comentó a un periodista del medio.
“Me siento solo”: alcalde de Istmina
Asimismo, el paro armado, que ha generado una serie de enfrentamientos y bloqueos, ha llevado a una serie de dificultades para los residentes de Istmina. “Me siento solo”, expresó el alcalde, aludiendo a la falta de apoyo y atención por parte de las autoridades nacionales. Según sus palabras, hay personas en la calle que, debido a la situación, se han visto forzadas a dormir al aire libre, evidenciando la precariedad de la situación.
“Del gobierno no me han mandado ningún tipo de ayuda humanitaria para poder llevarles alimentos y ropas a algunas zonas. No me han ayudado. Prácticamente estoy solo. Yo le hago un llamado al Gobierno nacional a que nos mire, nos visite para que llegue la oferta institucional al territorio, a que traigan los programas del gobierno que beneficien, hay mucho desempleo, estamos solos”, dijo.
De igual manera, el alcalde hizo un llamado urgente al gobierno para que se ocupe de las necesidades inmediatas de la población y para que se establezcan medidas efectivas que garanticen la seguridad y el bienestar de los ciudadanos en medio del conflicto. La falta de recursos y de atención adecuada ha generado un sentimiento de abandono entre los habitantes, quienes se enfrentan a una crisis que parece no tener fin.
“No podemos enviar nuestros equipos médicos, odontólogos, psicólogos, no hay ingreso de alimentos y hay gente confinada que no puede salir a pescar y a realizar sus actividades. Esto es preocupante, la situación no está fácil, solicitamos acompañamiento del Gobierno nacional, que vengan, que los diálogos de paz se construyan desde los territorios, las regiones, y no las ciudades capitales”, precisó.
Finalmente, la situación en Istmina resalta la urgencia de una respuesta coordinada y efectiva ante los desafíos que presenta el conflicto armado en el país. A medida que la comunidad local lucha por sobrevivir en medio de la crisis, el llamado del alcalde pone de relieve la necesidad de una acción gubernamental rápida y decisiva para abordar las condiciones de vida extremas que enfrentan los residentes.
Lea también: Médicos rurales en Colombia enfrentan amenazas y violencia