En las últimas horas, un nuevo escándalo ha sacudido el Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá. Luego de que un usuario de redes sociales denunciara un cobro excesivo por cinco cafés y cuatro panes en una de las cafeterías del lugar. Según la publicación, el establecimiento cobró 190.000 pesos colombianos por estos productos. Esto ha generado una ola de críticas e indignación por parte de los ciudadanos que consideran estos precios un abuso contra los viajeros.
La denuncia se hizo viral cuando el usuario compartió en redes sociales una imagen del recibo de la compra, mostrando el monto pagado por los productos. Pues la compra incluía dos aguas saborizadas, cada una tenía un costo de $16.000, y cuatro caracolas de queso que costaron $63.600. El mensaje rápidamente captó la atención de cientos de personas que manifestaron su descontento ante los elevados precios, cuestionando la política de precios en uno de los aeropuertos más importantes de Latinoamérica.
“MERA EL DORADO SAS. Cobrar COP$190.000 por cuatro cafés con leche y cuatro panes con queso es un atraco, aunque sea en un aeropuerto. Y después criticamos a los vendedores de pescados de Cartagena”, expresó el usuario a través de la red social ‘X’.
Frente a esto, el ciudadano señaló que resultaba más económico optar por una sala VIP en el mismo aeropuerto. Donde además de contar con acceso a alimentos y bebidas ilimitadas, también se ofrecen comodidades adicionales como baños privados, wifi y televisión por cable.
Ante la creciente crítica al denunciante, se desató una conversación en línea donde algunos usuarios argumentaron que no debería recaer únicamente en el comprador la responsabilidad por precios excesivos. “Es increíble que uno haga una denuncia para frenar abusos contra todos los colombianos y las respuestas se encaminan a culpar al que compra, sin cuestionar al establecimiento abusador”, señaló uno de los críticos. Este episodio ha reavivado el debate sobre los precios en los aeropuertos, frecuentemente percibidos como desproporcionadamente altos.
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Muchos ciudadanos han exigido un control más riguroso sobre los precios en los puntos de venta del aeropuerto. En respuesta, los usuarios han propuesto hacer una protesta de no comprar hasta que se regule adecuadamente los precios. “Los usuarios deberíamos hacer una campaña para no consumir nada en estos robaderos hasta que regulen los precios”, afirmaron algunos viajeros.