Una agresión a una adulta mayor, registrada en video y difundida en redes sociales, ha generado profunda indignación entre los habitantes del barrio Quiroga, en la localidad Rafael Uribe Uribe, al suroriente de Bogotá. El hecho, ocurrido el 5 de junio, involucra a un habitante de calle que atacó a la mujer con un golpe en la cabeza, tras no recibir una moneda.
El incidente quedó grabado por las cámaras de seguridad de una panadería donde la víctima había entrado. Según el video, el agresor se acercó con actitud aparentemente pacífica, pero al recibir una negativa, respondió con violencia. El golpe provocó que la mujer se estrellara contra la vitrina del local, causándole heridas visibles en el rostro. Aunque fue atendida de inmediato por la empleada del establecimiento y trasladada a urgencias, las autoridades confirmaron que su estado de salud es estable.
La Policía Metropolitana de Bogotá ya inició la búsqueda del responsable, quien huyó tras la agresión. El caso fue tipificado como lesiones personales y está en manos de las autoridades judiciales.
Ola de violencia azota a Bogotá
El hecho ha desatado una ola de críticas y preocupación por parte de la comunidad. Residentes del sector denuncian que este tipo de situaciones se han vuelto frecuentes debido al aumento de habitantes de calle en la zona. De acuerdo con datos de la Secretaría de Integración Social, entre 2022 y 2024 la población en condición de calle en Bogotá creció de 9.538 a más de 11.200 personas, siendo Rafael Uribe Uribe una de las localidades más afectadas.
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Este no es el único episodio reciente que ha causado alarma. En marzo, una niña de 9 años fue atacada con una cuchilla por una mujer habitante de calle dentro de un bus de TransMilenio. El motivo, según testigos, también fue la negativa a entregar una moneda. La menor resultó con heridas en el brazo y debió recibir tratamiento médico por el riesgo de infección, ya que el arma estaba oxidada.
Ante estos hechos, la ciudadanía ha hecho un llamado urgente a las autoridades para reforzar la seguridad en los espacios públicos y atender de forma estructural el fenómeno de habitabilidad en calle, que no solo representa un reto social, sino también un creciente riesgo para la seguridad de los ciudadanos.
