La historia de Javier Acosta y su conmovedora situación ha captado la atención de toda Colombia. Luego de que se revelara que el fanático de Millonarios se someterá a la eutanasia este viernes 30 de agosto. Acosta compartió su situación en Facebook, donde explicó cómo, después de años de padecimiento por una enfermedad severa y recibir un diagnóstico desalentador, solicitó someterse a la eutanasia.
Recientemente se supo que Javier tuvo que enfrentar otra difícil decisión: dar en adopción a Katy, su perrita criolla. A quien había adoptado hace varios años. Katy, una perra negra que ha estado a su lado durante todo este difícil trayecto, ha sido una fuente constante de consuelo y alegría para Javier. La conexión entre ambos es profunda, y la idea de dejarla atrás ha sido una de las partes más difíciles de su decisión.
Esta información fue revelada por la fundación que ahora acoge a Katy, el mismo lugar donde el hincha de Millonarios la había adoptado anteriormente. En medio de una emotiva publicación, compartieron la que sería una carta escrita por la mascota en homenaje a su dueño que la cuidó y mimó durante años.
“Papito @rolomillos_13, te escribe tu negrita creída, la luz de tus ojos y tu compañera fiel, Katy. Hoy solo quiero agradecerte por haberme escogido como tu compañera de aventuras, ambos nos hicimos compañía y no sé si yo te salvé a ti o tú a mí. Compartimos tantos momentos, risas, sueños, paseos en carro, los partidos de fútbol que no perdíamos sentados en el sillón de la que fue nuestra casa. También fui tu compañera de lucha, te acompañé en tus mejores, pero también en tus peores momentos, pero siempre tenías caricias para mí por más dolor que tu cuerpo sintiera”, comienza la carta.
¿Qúe enfermedad tiene Javier?
Hace muchos años, el joven tuvo un accidente de tránsito, lo que lo dejó en una silla de ruedas para siempre. Tiempo después, en un paseo familiar, contrajo una bacteria cuando estaba en una piscina. Javier comenzó a notar una roncha en su glúteo izquierdo, pero se expandió rápidamente, carcomiendo su piel, tejido e incluso el hueso. A pesar de los esfuerzos médicos, la bacteria se extendió hasta el glúteo derecho.
La enfermedad, conocida como osteomielitis, resultó ser más feroz de lo que inicialmente se esperaba. Su esperanza de recuperación se desvaneció rápidamente cuando, hace un mes, sufrió una recaída que lo dejó postrado con dolor en todo el cuerpo y fiebre constante.
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Aunque al principio creyó que era una infección urinaria, varios exámenes mostraron que era cáncer en la sangre. Para esta joven bogotano, esta noticia fue la definitiva, por lo que decidió aplicarse la eutanasia.