Por: Miguel Ángel Arango
Apuros en el concejo de Cali
EL 15, NÚMERO MÁGICO
Las proyecciones que hacen los partidos políticos para las elecciones de Cali, son pesimistas y es un axioma la afirmación recurrente de que el concejal que quiera sobrevivir necesita al menos quince mil votos.
En los partidos llamados mayoritarios -liberalismo, la U, conservatismo y cambio radical- tienen dificultades para encontrar candidatos con votos y sumarlos a sus listas.
Sobre el papel el menos afectado en un revolcón sería la U, porque se trata de una autentica organización política, con jefe política única y con un poderío inconmensurable.
Veamos un ligero panorama de los partidos. En el 2019 para el cabildo caleño el umbral llegó a 18.764 votos mientras la cifra repartidora fue de 26.217 votos. Lo anterior significa que por cada curul se necesitaron los sufragios señalados.
La lista más votada fue la liberal con 112.548 votos. Pero hay que restarle los 16.815 que sumó Diana Rojas, quien se fue del partido. Quitemos 9.488 de Noralba García y los 9.400 de la fallecida Clementina Vélez. Y no está garantizada la presencia de los Chicango, que aportaron 12.663 sufragios.
Son cincuenta mil votos que es casi imposible recuperar. A lo anterior le agregamos la crisis que vive el movimiento del concejal, Juan Pablo Rojas. Su padre Uriel fue candidato a la cámara el año pasado y con alianzas solo llegó a siete mil votos.
Los rojos hacen esfuerzos pero están condenados a un sacrificio enorme. Hoy el único fijo es el concejal Fabio Arroyave, el jefe del partido en Cali, con gran liderazgo, una organización perfecta y burocracia en el municipio y en el departamento.
La U ganó 107.000 votos y eligió cuatro curules. Hay dos fijas: Tania Fernández y Audry Toro . Dos trabajadoras políticas y con presencia en los territorios. Pero aparentemente no llegan bien Carlos Andrés Arias y Henri Peláez. No son protagonistas en la corporación y no han entendido que la política contemporánea es distinta a la que los eligió. La lista tiene ausencias importantes como las de María Greice Figueroa, Emmanuel Aljure y Jarlinson Pantano. Son más de quince mil votos.
Las nuevas incorporaciones son pocas. La más significativa es la de Albeiro Echeverri, seguramente muy afectado porque lleva ocho años sin curul. Al partido lo puede salvar en Cali si tienen candidato ganador a la alcaldía y si si Dilián Francisca Toro, decide aspirar a la gobernación.
LOS OTROS
La situación de la Alianza Verde es incierta. Sumaron cien mil votos pero con el estímulo de Jorge Iván Ospina, quien se erigía como ganador. Hoy cargan con el desprestigio del gobierno y por las expectativas que generaron algunos de sus cabildantes y que no pudieron satisfacer porque el alcalde les dio la espalda. Sus concejales son de bajo perfil y no hay liderazgos. La suerte de ellos depende de la lealtad de los contratistas.
La lista también se resiente por las ausencias de Terry Hurtado y María Isabel Moreno.
Cambio Radical hoy tiene dos curules gracias a sus 55.872 votos. El senador Carlos Abraham Jiménez, trabaja duro para llenar la lista con políticos medianos. La opción más atractiva es Giovanna Santamaría, hija del alcalde de Yumbo, pero que aún no decide aceptar el aval.
La situación conservadora es dramática. Allá apuestan a que el ganador será el que llegue a veinte mil votos. En otros partidos la aspiración es superar los quince mil.
Los godos no tienen alcalde amigo ni congresistas y a excepción a los movimientos con curules y de un exconcejal no se vislumbran candidatos con votos. Sacaron 78.000 votos.
En el Centro Democrático se ilusionan con la caída de Petro. Creen que viven un buen momento y sueñan con dos curules. Hace cuatro años llegaron a 35.400 votos. El más votado Roberto Rodríguez, con 6.243. Hasta hoy la lista es floja. Al parecer la candidatura del exsenador Gabriel Velasco, está descartada. Otros dicen que iría en la lista de cambio radical.
Colombia renaciente y Colombia justa y libres hacen esfuerzos por conservar cada una sus únicas curules. No es fácil.
