Una grave afectación ambiental y financiera sufrió el grupo armado residual Jaime Martínez, luego de que tropas de la Tercera Brigada del Ejército Nacional, en coordinación con la Armada, la Fuerza Aeroespacial y la Policía, llevaran a cabo una operación en los corregimientos de Zaragoza y Los Córdoba, área rural de Buenaventura, donde operaban unidades de producción minera ilegales.
La intervención, desarrollada bajo el Plan Ayacucho Plus, permitió la destrucción de tres excavadoras, una draga tipo buzo, un motor y dos plantas eléctricas industriales, todos usados para la extracción ilegal de oro. Los equipos estaban valorados en más de 1100 millones de pesos y habrían producido, de manera ilícita, al menos 1500 gramos de oro mensuales, generando ingresos cercanos a los 534 millones de pesos.
Le puede interesar: Fuertes lluvias causan inundaciones en zonas rurales de Andalucía
Deforestación de más de 2100 árboles nativos
Más allá del impacto económico sobre las estructuras ilegales, el balance ambiental es desolador. Las autoridades estiman que fueron removidos 1600 metros cúbicos de tierra en un área de 3,5 hectáreas, se deforestaron más de 2100 árboles nativos y se vertieron químicos altamente tóxicos como mercurio y cianuro en el río Dagua. Expertos calculan que el ecosistema de esta zona del Valle del Cauca podría tardar más de 20 años en recuperarse completamente.
El Ejército Nacional, a través de un comunicado, reiteró su compromiso con la defensa del medioambiente y señaló que seguirá ejecutando acciones que garanticen la protección de los recursos naturales, clave para la sostenibilidad del país. Las operaciones contra la minería ilegal continuarán en distintas regiones del suroccidente colombiano, donde esta actividad representa no solo una amenaza ambiental, sino también una fuente de financiación para grupos armados ilegales.
