Tuluá vivió momentos de tensión este jueves 5 de junio cuando una granada de fragmentación fue lanzada al interior del Coliseo de Ferias, justo en la zona destinada para espectáculos. El artefacto fue arrojado desde el exterior por desconocidos y, aunque alcanzó a ingresar al recinto, no hizo detonación.
Gracias a que no explotó, no se reportaron personas heridas ni daños materiales, aunque la situación causó temor entre los ciudadanos que se encontraban cerca del lugar. Un equipo antiexplosivos se trasladó de inmediato a la zona para realizar el retiro controlado del artefacto y asegurar el perímetro.
Las autoridades locales ya iniciaron las investigaciones para esclarecer los hechos y dar con los responsables de este acto que, de haberse concretado, pudo tener consecuencias fatales. Por el momento, se mantienen las medidas de seguridad en los alrededores del coliseo mientras avanzan las diligencias judiciales.
Leer más: Atentado a tiros contra dos estudiantes en Palmira
Este nuevo hecho genera preocupación en la comunidad tulueña, dado que el Coliseo de Ferias es un punto de encuentro para eventos culturales y comerciales que congregan a numerosas personas. La Policía hace un llamado a la ciudadanía a reportar cualquier información que permita avanzar en la identificación de los autores de este ataque fallido.
Alias Pipe Tuluá: El rostro del crimen en el Valle del Cauca
Andrés Felipe Marín Silva, conocido como alias Pipe Tuluá, consolidó su poder delictivo en el Valle del Cauca como cabecilla de la banda La Inmaculada. Desde temprana edad se vinculó con estructuras criminales como Los Rastrojos, donde empezó como sicario y cobrador en Quindío bajo las órdenes de alias Ballena. Su historial lo convirtió en una figura clave del crimen organizado en el suroccidente colombiano.
A pesar de su historial carcelario, logró escalar posiciones en el mundo criminal. A sus 40 años, ha pasado 19 en prisión, pero su condena por homicidio, secuestro, extorsión y concierto para delinquir agravado llegó solo hasta 2022. Desde la cárcel, no solo mantuvo el control de su estructura, sino que ordenó directamente asesinatos, extorsiones y amenazas a funcionarios públicos.
Por esto, la reciente solicitud de extradición por parte de Estados Unidos, por cargos relacionados con narcotráfico, reactivó el nombre de Pipe Tuluá en la agenda nacional. Su traslado generó tensiones en Tuluá, donde la Fuerza Pública reforzó la seguridad ante eventuales reacciones violentas de su red criminal.
