Los hogares de Sofía Delgado y Michel Dayana González enfrentan un dolor irreparable. Ambas niñas fueron asesinadas por violadores en serie, en casos que estremecen a las comunidades de Candelaria y Cali.
Dos crímenes atroces han sacudido a Cali y Candelaria, dejando un profundo dolor en las familias de Sofía Delgado, de 12 años, y Michel Dayana González, de 15. Los feminicidios fueron cometidos por agresores con antecedentes de violación: Brayan Campo y Hárold Echeverry. Ambas tragedias comparten similitudes escalofriantes, uniendo a dos comunidades en el dolor y el reclamo de justicia.
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El caso más reciente es el de Sofía Delgado, asesinada por Brayan Campo en Villagorgona, Candelaria. Campo, dueño de una tienda de alimentos para mascotas, interceptó a la niña mientras volvía a su casa desde la vivienda de sus abuelos. Con el pretexto de regalarle un collar para su mascota, la llevó a su local, donde la golpeó con una pala, causándole la muerte. Posteriormente, intentó deshacerse del cuerpo, envolviéndolo en costales y trasladándolo en motocicleta hasta un cañaduzal en la vía hacia Florida. Las autoridades encontraron los restos de la niña el 17 de octubre, con signos de haber sido parcialmente incinerados.
Brayan Campo fue capturado el 16 de octubre y enfrenta cargos por feminicidio agravado, secuestro simple agravado y ocultamiento de pruebas. Estos delitos podrían llevarlo a una condena de hasta 50 años de prisión. El sepelio de Sofía se llevó a cabo el 19 de octubre. El cual fue acompañado por más de 3.000 personas que se congregaron en el coliseo del corregimiento para darle un último adiós.
Ambos agresores ya tenían antecedentes de abuso
El dolor de esta familia encuentra eco en la tragedia de Michel Dayana González, asesinada en diciembre de 2023 por Hárold Echeverry, un vigilante que la interceptó cuando volvía de la tienda cercana a su casa en el barrio San Judas, en Cali. Echeverry, condenado a 47 años de prisión, confesó haber matado a la joven y robado una motocicleta para intentar huir. Tras un fallido intento de escapar hacia Venezuela, fue capturado en Villavicencio.
Ambos casos evidencian un patrón preocupante: los agresores ya tenían antecedentes de abuso, pero estaban en libertad por vencimiento de términos o falta de pruebas contundentes. La comunidad ahora clama por justicia efectiva y mayores medidas para evitar que estos crímenes se repitan. La Fiscalía sigue investigando ambos casos y espera confirmar si las niñas fueron víctimas de abuso sexual antes de ser asesinadas.
El país entero se ha unido en solidaridad con las familias de Sofía y Michel, exigiendo que se endurezcan las penas para feminicidas y que se aceleren los procesos judiciales. Sin embargo, para las familias González y Delgado, ninguna sentencia aliviará la ausencia de sus hijas ni curará las heridas que estas tragedias han dejado en sus corazones.
