La noche del 15 de diciembre, la final de la Copa BetPlay 2024 entre América de Cali y Atlético Nacional no terminó como se esperaba. Los disturbios, provocados por la hinchada local, especialmente los miembros de la barra Barón Rojo Sur, interrumpieron el evento y obligaron a la suspensión del encuentro a poco tiempo de concluir.
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Imágenes compartidas en redes sociales revelaron la gravedad de los incidentes, que incluyeron el lanzamiento de fuegos pirotécnicos desde la tribuna sur hacia los agentes de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (Undmo). Estos actos vandálicos dejaron al menos 10 uniformados de la Policía Nacional heridos. Además, se registraron saqueos a los comercios cercanos al estadio y daños en la infraestructura del Pascual Guerrero, como afectaciones en la silletería y los baños del recinto. Frente a estos hechos violentos la Alcaldía y la Secretaría de Seguridad y Justicia de Cali poseen las imágenes de los hinchas que cometieron estos actos y ofrecen una recompensa de 30 millones para su identificación.
La situación generó un fuerte rechazo en las autoridades locales. Alejandro Eder, alcalde de Cali, condenó los hechos y reafirmó su compromiso con la seguridad en los escenarios deportivos. Por su parte, la Personería de Cali lanzó un mensaje a las hinchadas, pidiendo un cambio en la actitud hacia el fútbol. “Los violentos no nos pueden dañar la fiesta del fútbol”, expresó la entidad, pidiendo que se implementen leyes más estrictas para sancionar a los responsables de estos actos de violencia.
La sanción para la barra del América se hará efectiva en 2025
En cuanto a las barras del América, la sanción que había sido postergada para la final de la Copa Colombia debido a un comportamiento inapropiado durante un partido previo contra Junior de Barranquilla, se hará efectiva en 2025. La medida no impidió que los barristas ingresaran al estadio con su parafernalia. A pesar de las advertencias previas de la Alcaldía de Cali, que había prohibido el acceso a banderas, estandartes, instrumentos y pólvora debido a incidentes de violencia ocurridos anteriormente.
Felipe Montoya, secretario del Deporte y la Recreación de Cali, mencionó que a pesar de los compromisos previos de los barristas, los incidentes de violencia durante la final de la Copa Colombia 2024 exigieron una revisión urgente de las medidas de seguridad y una sanción más dura para los responsables. La Alcaldía de Cali y Dimayor se comprometieron a tomar acciones para evitar que se repitan hechos como los ocurridos el 15 de diciembre.
Este episodio pone en evidencia la necesidad de mayor control y sanciones más estrictas para erradicar la violencia en el fútbol colombiano, un fenómeno que sigue empañando la imagen del deporte en el país.