Este jueves 26 de diciembre, la Alcaldía de Cali recibió una resolución decisiva sobre el futuro de la Carpa La 66, el popular establecimiento para eventos ubicado en el barrio El Limonar. La audiencia, convocada por las autoridades locales, resultó en la suspensión definitiva de todas las actividades económicas del lugar. Esta medida afecta especialmente a los servicios relacionados con espectáculos musicales en vivo y el expendio de bebidas alcohólicas.
El Inspector de Policía fue claro al comunicar que la operación de la Carpa violaba varias normativas, específicamente los códigos CIIU relacionados con espectáculos en vivo, la venta de bebidas alcohólicas, y la fabricación de productos metálicos. La resolución establece que la actividad en el predio, situado entre la Carrera 65 y Carrera 66 con Calle 13, debe cesar inmediatamente.
Multa económica y nuevas investigaciones
Además de la suspensión de la actividad, se impuso una multa económica al propietario del establecimiento, Carlos Hernán Paz Guillén, quien deberá pagar una sanción tipo 4, equivalente a 14,73 UVT, lo que equivale a aproximadamente $693.328. A esta medida se suma la vigilancia intensificada por parte de la Alcaldía de Cali, encargada de controlar el cumplimiento de esta orden y de monitorear cualquier intento de reactivación de la actividad en el predio.
Un aspecto importante que sobresale de la resolución es el traslado de la decisión a diversas entidades como la Fiscalía General de la Nación, debido a un posible delito de falsedad en documento público. Según la prueba presentada por Planeación Distrital de Santiago de Cali, el documento que supuestamente autorizaba el uso de suelo para la Carpa La 66 correspondía a otro predio, no al lugar en cuestión. Por lo tanto, la Fiscalía deberá investigar si hubo fraude en la documentación entregada.
Por otro lado, la Personería Distrital también recibirá una copia de la decisión, ya que algunos miembros de la comunidad han solicitado que se investigue la actuación del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (DAGMA) por presuntas irregularidades en las mediciones de ruido en la zona. Además, la Sociedad de Activos Especiales (SAE), propietaria del predio, será notificada para que se asegure de que no se realicen actividades prohibidas en el futuro.
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Esta es una actualización importante sobre el destino de la Carpa La 66, un establecimiento que durante años fue símbolo de la vida nocturna en la ciudad, pero que ahora se enfrenta a severas consecuencias legales y económicas.
