Desde tempranas horas del 27 de marzo, decenas de usuarios se dieron cita en la sede norte de Disfarma, en la Avenida de las Américas, con la esperanza de obtener sus medicamentos sin las largas esperas y dificultades que se han reportado en semanas anteriores. A diferencia de jornadas previas, el panorama mostraba algunos cambios, con una atención aparentemente más organizada y medidas para mejorar la comodidad de los asistentes, como carpas para protegerlos del sol y la lluvia.
Rocío Molina, una de las pacientes que acudió en la mañana, aseguró haber recibido sus medicamentos sin mayores inconvenientes. “Me entregaron tres fórmulas: la mía, la de mi esposo y la de mi mamá. Llegué a las 5:00 a.m. y a las 6:00 a.m. ya tenía todo. La atención ha mejorado y hasta están entregando insulina, algo que antes no ocurría”, afirmó.
El aparente descongestionamiento de esta sede coincide con la reciente apertura de dos nuevos puntos de dispensación en Villacolombia y El Ingenio. Según los encargados del servicio, esta medida busca mitigar la alta demanda y mejorar la distribución de medicamentos en la ciudad. En la sede norte, donde se reparten aproximadamente 400 fichas diarias, también se ha implementado un sistema de orientación para quienes no logran obtener un turno, facilitando la opción de entrega a domicilio.
Óscar Londoño, otro usuario, reconoció la mejoría en el servicio, aunque consideró que aún hay margen para avanzar. “He venido antes y la situación está mejor que antes. Claro, aún se puede optimizar más, pero hay que reconocer los avances”, expresó.
Persisten quejas y dificultades
Pese a las opiniones positivas, algunos usuarios continúan enfrentando obstáculos. Diana Ospina, quien acudió con su madre para reclamar una fórmula médica, relató una experiencia frustrante. “Mi mamá madrugó a las 5:00 a.m. para ser atendida, pero no lo logró porque aplicaron el sistema de pico y cédula. Llamamos la semana pasada y nos dijeron que hoy le correspondía, pero al llegar nos dieron información diferente”, explicó.
Además, mencionó que su madre recibió un mensaje informando que debía retirar sus medicamentos en la sede de El Ingenio, pero al acudir, se le negó el servicio argumentando que solo atendían a pacientes del sur de la ciudad. “Llamamos a Bogotá y nos confirmaron que ya no había restricción de pico y cédula, pero al llegar acá nos dijeron lo contrario”, agregó Ospina, visiblemente molesta por la falta de claridad en la información.
El caso de su madre es aún más preocupante debido a que tiene fórmulas pendientes desde febrero, las cuales ya vencieron. Según Ospina, esta situación ha sido recurrente desde el año pasado y puede representar un riesgo grave para su salud, ya que es paciente diabética.
Retos para garantizar un servicio eficiente
Si bien la ampliación de los puntos de entrega ha aliviado parcialmente la situación, las inconsistencias en la información y las dificultades de algunos pacientes para obtener sus medicamentos evidencian que aún queda trabajo por hacer. La falta de coordinación entre las distintas sedes y la implementación desigual de las medidas generan confusión entre los usuarios, quienes esperan que las mejoras no sean solo temporales, sino parte de un proceso de optimización sostenido en el tiempo.
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La comunidad sigue a la expectativa de que las autoridades y la entidad prestadora del servicio logren una solución definitiva para garantizar el acceso oportuno a los medicamentos, evitando afectaciones en la salud de los pacientes que dependen de ellos.