El sistema de salud en Cali atraviesa momentos críticos, y el Hospital San Juan de Dios, la institución médica más antigua de la ciudad con 271 años de funcionamiento, no es la excepción. En los últimos días, la sobreocupación ha alcanzado niveles alarmantes, superando el 120 %, lo que ha generado demoras significativas en la atención de los pacientes.
Ante este panorama, las directivas han solicitado a los ciudadanos que hagan un uso adecuado del servicio de urgencias, asegurándose de identificar previamente los signos y síntomas antes de acudir al hospital. La crisis ha obligado a la administración a buscar estrategias para ampliar la capacidad de atención, pero la red hospitalaria de la ciudad también se encuentra debilitada, principalmente por problemas financieros.
Le puede interesar: Usuarios en Cali notan mejoras en entrega de medicamentos
El gerente del hospital, Carlos Alberto Morera, advirtió que no solo el área de urgencias está colapsada, sino que otras especialidades médicas también enfrentan serias dificultades. De hecho, algunas unidades podrían cerrar en los próximos días debido a la falta de personal para atender la creciente demanda. Entre las áreas más afectadas se encuentran la unidad neonatal y ginecobstetricia, que operan al máximo de su capacidad. Para hacer frente a la crisis, se han agregado más camillas, pero la preocupación sigue latente, ya que no habrá suficientes recursos para sostener esta medida a largo plazo.
Problemas financieros y falta de recursos
El San Juan de Dios no solo enfrenta una crisis asistencial, sino también financiera. La institución arrastra deudas desde hace más de dos décadas, con compromisos pendientes que alcanzan los $50.000 millones solo con la DIAN. A esto se suman los pasivos que tienen las Entidades Promotoras de Salud (EPS) con el hospital, lo que agrava aún más la difícil situación económica.
A lo largo de los años, distintos gerentes y la actual secretaria de Salud del Valle del Cauca, María Cristina Lesmes, han solicitado ayuda al Gobierno Nacional para salvar al hospital. Sin embargo, el panorama recuerda la crisis de 1999, cuando la institución entró en concordato. En ese momento, la Arquidiócesis, la Gobernación y la Alcaldía de Cali intervinieron en la administración del hospital, pero la falta de soluciones estructurales ha llevado a la situación actual.
El hospital San Juan de Dios, catalogado como un centro de atención de segundo nivel de complejidad, ha sufrido las consecuencias de la falta de recursos y las deudas de las EPS. Esta problemática afecta a otros hospitales de la región, que desde la implementación de la Ley 100 han debido autosostenerse financieramente, generando múltiples dificultades en su operatividad.
Desabastecimiento de medicamentos: Un problema adicional
La crisis en el sistema de salud de Cali no solo se evidencia en los hospitales, sino también en la entrega de medicamentos. Usuarios de la Nueva EPS han denunciado dificultades en la dispensación de sus tratamientos, lo que ha generado malestar y preocupación en la comunidad. La falta de información y problemas logísticos han sido las principales quejas en torno a los nuevos puntos de entrega a cargo de la empresa Disfarma.
Actualmente, la Nueva EPS cuenta con puntos de atención en los barrios El Ingenio y Santiago Plaza, y se espera que este 28 de marzo se inaugure un nuevo punto en el barrio Tequendama. No obstante, las dificultades persisten y los pacientes han manifestado su inconformidad por la demora en la entrega de medicamentos esenciales.
Para la secretaria de Salud del Valle del Cauca, María Cristina Lesmes, este problema podría tener consecuencias fatales. “Un tratamiento no entregado a tiempo, o entregado de manera incompleta, puede profundizar una enfermedad e, incluso, causar la pérdida de vidas”, advirtió.
La deuda del sistema de salud con la red hospitalaria pública y privada supera los 3,5 billones de pesos, lo que ha llevado a algunas EPS a implementar estrategias como la compra directa a laboratorios y la entrega parcial de medicamentos. Sin embargo, estas medidas no han sido suficientes para garantizar el acceso oportuno a los tratamientos, afectando a miles de pacientes en la ciudad.
El panorama en Cali es preocupante, con un hospital emblemático al borde del colapso y una crisis de abastecimiento de medicamentos que pone en riesgo la vida de los ciudadanos. Las autoridades siguen buscando soluciones, pero la falta de recursos y la presión sobre el sistema de salud siguen agravando la situación.
