Cali atraviesa una crisis en su sistema de urgencias debido a la alta ocupación en clínicas y hospitales. La creciente demanda de atención ha llevado a que solo los casos más críticos sean priorizados, dejando a cientos de pacientes en espera o sin acceso inmediato a los servicios médicos necesarios.
De acuerdo con un comunicado emitido por una clínica del norte de la ciudad, la afluencia masiva de pacientes ha obligado a priorizar la atención de quienes se encuentran en triaje uno y dos, es decir, aquellos que presentan emergencias vitales o requieren tratamiento urgente. Esto ha generado dificultades para quienes, aunque con síntomas preocupantes, no son clasificados en las categorías más críticas.
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Uno de estos casos es el de Margarita, una paciente que llegó a una clínica con dificultad para hablar y tragar, esto se dio a conocer mediante el periódico ADN y el País. A pesar de su malestar, fue clasificada en triaje tres, lo que significaba que no estaba en peligro inminente. Sin embargo, la alta ocupación del centro de salud impidió su atención, por lo que tuvo que recurrir a su EPS para solicitar una cita prioritaria. Tras varios trámites, los exámenes requeridos solo fueron autorizados para ser realizados 15 días después, lo que la llevó a optar por un especialista privado para recibir atención oportuna.
Pacientes enfrentan largas esperas para acceder a servicios de salud
Este no es un caso aislado; en varios hospitales de la ciudad, pacientes han enfrentado largas esperas debido a la saturación del sistema. En una clínica del sur, una mujer de la tercera edad pasó cinco días en un pasillo antes de ser trasladada a una habitación para recibir tratamiento por una afección respiratoria. A pesar de los intentos de su familia por agilizar la atención, no recibieron respuesta inmediata ni de la institución ni de entidades como el Defensor del Paciente.
Las autoridades de salud han identificado que una de las principales causas del colapso en urgencias es la demora en la atención primaria y la falta de respuesta efectiva por parte de las EPS. Esto ha provocado que muchos pacientes recurran directamente a los servicios de emergencia en busca de asistencia inmediata, generando una sobrecarga en el sistema.
Ante esta situación, la Secretaría de Salud de Cali ha iniciado mesas de trabajo con clínicas y hospitales para desarrollar un plan que permita mitigar la crisis. Entre las estrategias analizadas se encuentran la optimización de la atención en los niveles primarios y una mejor coordinación entre hospitales y EPS para agilizar la atención de los pacientes.
Mientras se buscan soluciones estructurales, miles de caleños siguen enfrentando barreras para acceder a una atención médica eficiente. La crisis en urgencias sigue latente, evidenciando la necesidad de reformas en el sistema de salud para garantizar un servicio oportuno y de calidad para todos.
