El estruendo de la tierra deslizándose interrumpió la tranquilidad del barrio Palmas, en Terrón Colorado, al occidente de Cali. En cuestión de minutos, tres viviendas quedaron reducidas a escombros tras un alud provocado por las fuertes lluvias que azotan la ciudad desde hace varios días.
La emergencia comenzó con el colapso de una casa de madera donde vivía un adulto mayor. Pero lo peor no había pasado. Un segundo desprendimiento agravó la situación, arrastrando otras dos viviendas e intensificando el drama de las familias, que apenas tuvieron tiempo de recoger lo indispensable antes de evacuar.
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Jennifer Quiñones, líder comunitaria y presidenta de la Junta Comunal Palmas 1, fue testigo directo de la tragedia y le contó a El País lo sucedido. “Vi cómo las familias sacaban lavadoras, colchones, lo que podían cargar muchas de sus cosas quedaron a la intemperie, en terrazas de vecinos que los están ayudando como pueden”.
Zona con alto riesgo e incertidumbre
A pesar del impacto, la ayuda institucional no ha sido suficiente. Solo el Cuerpo de Bomberos acudió al lugar, alertado por la presencia de una pipa de gas entre los escombros. El diagnóstico fue claro: la zona representa un alto riesgo y no puede seguir habitada. Mientras tanto, los damnificados sobreviven en casas prestadas, sin claridad sobre su futuro inmediato.
La tragedia pone el foco nuevamente sobre los asentamientos irregulares en Cali, especialmente aquellos construidos en laderas inestables sin infraestructura adecuada. En época de lluvias, estos sectores se convierten en puntos críticos ante la amenaza constante de deslizamientos.
“Este podría no ser el último caso”, advierte Quiñones. “Hay muchas casas sin muros de contención, construidas sobre tierra suelta. Solo basta otra lluvia intensa para que pase de nuevo”.
Mientras se adelanta un censo comunitario para identificar a los afectados, los líderes barriales insisten en la necesidad de acciones urgentes por parte de las autoridades. El llamado es claro: prevenir una tragedia mayor y brindar soluciones reales a quienes hoy lo han perdido todo.