En el marco de la Semana Santa, época en la que históricamente se incrementa el tráfico y consumo de fauna silvestre en Colombia, autoridades ambientales, junto con fuerzas de control, realizaron una intervención en el Terminal de Transportes de Cali con el objetivo de frenar esta práctica ilegal que amenaza la biodiversidad.
El operativo incluyó inspecciones detalladas a equipajes, cajas y neveras, ante la sospecha de que algunos viajeros transporten animales vivos o sus partes para ser utilizados como alimento o en rituales. Las especies más afectadas en esta temporada suelen ser iguanas, tortugas hicoteas y caimanes, altamente demandadas durante los días santos por motivos culturales o gastronómicos.
Le puede interesar: Personería de Cali exige reforzar vacunación ante brote de fiebre amarilla
“El objetivo es prevenir el transporte y comercialización de fauna silvestre, y también sensibilizar a la comunidad. No podemos seguir consumiendo especies nativas, no solo por el daño ambiental, sino porque representan riesgos de salud para quienes las ingieren”, indicó un vocero de la Unidad Administrativa Especial del Medio Ambiente durante el despliegue.
Pérdida de biodiversidad por tráfico de animales
Las autoridades recordaron que estos animales, al no contar con vacunas ni controles sanitarios, pueden transmitir enfermedades a los humanos. Además, su extracción del entorno natural contribuye a la pérdida de biodiversidad y al desequilibrio de los ecosistemas.
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible también se sumó a esta cruzada con la campaña nacional ‘Unidos por la Vida Silvestre’, una iniciativa que involucra a más de 50 organizaciones, con el propósito de educar y generar conciencia sobre los graves efectos del tráfico ilegal de animales en Colombia.
La ministra Lena Estrada Añozaki hizo un llamado urgente a la ciudadanía: “Cada animal rescatado es una oportunidad para preservar nuestros ecosistemas. Debemos rechazar de manera categórica cualquier forma de comercialización de fauna silvestre”.
Durante los años 2023 y 2024, los registros mostraron un preocupante aumento en el tráfico de reptiles, aves y mamíferos, coincidiendo con la temporada de Semana Santa. Por ello, las entidades ambientales continuarán desplegando controles en terminales de transporte, plazas de mercado y carreteras del país.