El sur de Cali cuenta ahora con un nuevo respiro natural; el Tramo 2 del Corredor Integral Cristo Rey, un sendero ecológico que se extiende por 2,6 kilómetros desde la sede San Fernando de la Universidad del Valle. Ideal para caminatas tranquilas, avistamiento de aves y momentos de contemplación, este recorrido se ha convertido rápidamente en uno de los espacios más atractivos para quienes buscan desconectarse del bullicio urbano sin salir de la ciudad.
El ingreso es completamente gratuito y el parqueadero, disponible para vehículos, bicicletas y motos, opera hasta la 1:00 p.m. y su uso es voluntario. El ascenso, que dura aproximadamente 30 minutos, permite a los visitantes disfrutar de un entorno rodeado de vegetación nativa y paisajes que invitan al cuidado y la admiración.
Recomendaciones para una visita consciente
La experiencia que ofrece este tramo va más allá de lo físico; también es una invitación al respeto por el medio ambiente. Por eso, el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma) hace un llamado a quienes lo visiten para que lo hagan con responsabilidad.
“El sendero no solo es un regalo para los caleños, sino también un compromiso con la conservación. Invitamos a usar ropa cómoda, traer agua, protector solar, gorra y repelente. Este es un espacio de paz, no de ruido”, explicó Janeth Capatiño, coordinadora del personal de apoyo del Dagma.
Para garantizar la conservación del lugar, las autoridades han establecido una serie de restricciones clave:
- No se permite el ingreso con mascotas.
- Está prohibido dejar residuos sólidos.
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- No se autoriza el uso de música a alto volumen ni de parlantes.
- No está permitida la siembra ni recolección de plantas.
Una apuesta por la Cali verde
Esta iniciativa se enmarca dentro del proyecto de ciudad que lidera el alcalde Alejandro Eder, quien ha enfatizado en la importancia de fortalecer los espacios naturales como parte del compromiso de Cali con la sostenibilidad. La administración distrital invita tanto a locales como a visitantes a recorrer el sendero con conciencia ecológica y a asumirlo como parte del patrimonio ambiental colectivo de la capital del Valle.
