Este domingo 4 de mayo de 2025, Cali fue testigo de la primera edición de su maratón oficial, un evento que no solo celebra la cultura deportiva de la ciudad, sino que también la proyecta al ámbito internacional como un referente en la organización de grandes competencias. La carrera, que contó con más de 11.000 corredores provenientes de 39 países, entre ellos atletas paralímpicos y convencionales, reafirma el papel protagónico que ha desempeñado Cali como capital deportiva durante más de cinco décadas en el impulso del deporte, la salud y la integración social en Colombia.
La vocación deportiva de Cali no es reciente. Se consolidó desde 1971 cuando la ciudad fue sede de los Juegos Panamericanos, un acontecimiento sin precedentes en América del Sur que transformó para siempre su identidad urbana y ciudadana. Aquella cita deportiva no solo significó la construcción de escenarios como el Coliseo El Pueblo o la Unidad Deportiva Panamericana, sino que impulsó un proceso de modernización en la infraestructura hotelera, vial y cultural de la ciudad. Desde entonces, Cali ha sabido capitalizar estos espacios, dándoles continuidad con el paso de los años y convirtiéndolos en centros de formación, encuentro y vida activa para sus habitantes.
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Eventos que fortalecieron el músculo deportivo de la ciudad
El nombre de Cali se ha posicionado internacionalmente gracias a una serie de eventos que no solo trajeron gloria deportiva, sino que también dejaron una importante huella en el desarrollo urbano y social. En 2001, la Copa América de Fútbol reactivó el Estadio Pascual Guerrero con estándares internacionales. En 2005, el Sudamericano Sub-20 incentivó el turismo regional y encendió el fervor por el fútbol entre los más jóvenes. A esto se sumaron el Mundial de Patinaje en 2007, el Mundial de Ciclismo en Pista en 2009 y la Copa Mundial Sub-20 en 2011, todos ellos impulsores de modernizaciones clave como el Patinódromo Mundialista y el Velódromo Alcides Nieto Patiño.
Cali no solo ha brillado por su capacidad de recibir delegaciones de todo el mundo, sino también por saber integrar estas experiencias al tejido urbano. Por ejemplo, el Campeonato Mundial de Atletismo Juvenil en 2015 generó una ocupación hotelera superior al 80 % y activó programas deportivos escolares en sectores de alta vulnerabilidad. Del mismo modo, los Juegos Panamericanos Junior de 2021 y la Copa América Femenina de 2022 fueron escenarios de reivindicación social, equidad de género y diversidad, promoviendo valores como el juego limpio, la inclusión y el respeto por la diferencia.
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Una maratón que proyecta a Cali hacia el futuro
Hoy, con la Maratón de Cali, la ciudad abre una nueva etapa. Más allá de su carácter competitivo, esta carrera simboliza la consolidación de una filosofía de vida basada en la salud, el deporte y la apropiación del espacio público. Al recorrer sus avenidas principales, miles de corredores y espectadores celebran no solo el esfuerzo físico, sino también la resiliencia y evolución de una ciudad que ha sabido correr con ritmo firme hacia el desarrollo.
Cali no se detiene. Y esta maratón no es un punto de llegada, sino una nueva partida para seguir demostrando que el deporte, aquí, es parte esencial de la vida colectiva. Porque más que una capital deportiva, Cali es un escenario vivo donde se corren sueños, se cultiva el bienestar y se construye futuro.