“Muy fuerte en redes, pero con miedo en la vida real”. Esa es la crítica que ha comenzado a circular alrededor del concejal Andrés Escobar, quien, tras protagonizar videos de tono beligerante en sus redes sociales, ha optado por no presentarse presencialmente en el Concejo de Cali. La denuncia más reciente proviene de la concejala Ana Erazo, quien no dudó en señalar la incoherencia entre su discurso público y su comportamiento político.
En un mensaje a través de su red social X, Erazo calificó las expresiones de Escobar como un intento de deslegitimar el derecho constitucional a la protesta. Además, advirtió que sus declaraciones podrían constituir delitos como amenazas, concierto para delinquir y terrorismo agravado, al buscar infundir miedo o impedir el desarrollo de jornadas de movilización ciudadana convocadas por sectores sociales.
La concejala hizo un llamado urgente a la Fiscalía General de la Nación, para que actúe de oficio frente a los posibles delitos en los que podría estar incurriendo Escobar con sus afirmaciones. Igualmente, solicitó a la Procuraduría General de la Nación abrir una investigación por presuntas faltas disciplinarias de carácter gravísimo.
Erazo también recordó que el concejal ya está imputado en procesos penales, pero no se han mostrado avances significativos por parte de la Fiscalía: “Hasta ahora no hay resultados, a pesar de que ya tiene imputación”, recalcó.
El video que desató la polémica
La controversia se avivó tras un video publicado en la cuenta de Instagram de Escobar, en el que aparece junto al concejal de Medellín, Andrés Gury Rodríguez. En el clip, hacen referencia a la protesta general convocada por la CUT para el 28 y 29 de mayo, en respaldo a la consulta popular del Gobierno.
En un tono desafiante, los concejales afirman: “Vamos a llamar a la reserva activa (…) y si nos toca enfrentarlos, lo vamos a hacer. Aquí estamos firmes. Ya sabe y póngala como quiera.”
Frases como esta han sido interpretadas como una incitación al enfrentamiento directo con la protesta social, lo que ha generado rechazo desde distintos sectores que ven en ese lenguaje una amenaza directa al ejercicio democrático de la movilización.
Mucho discurso, poca presencia
Aunque se muestra desafiante frente a la cámara, Escobar no ha regresado al recinto del Concejo, donde tiene la responsabilidad de debatir cara a cara los asuntos de ciudad. Su ausencia presencial, contrastada con el tono agresivo de sus mensajes digitales, refuerza las críticas sobre su falta de coherencia política y ha encendido las alarmas entre quienes consideran que este comportamiento pone en riesgo el respeto por los derechos ciudadanos.
A esto se suma el malestar de algunos sectores del Concejo, que han manifestado su preocupación por la normalización de una postura ausente en lo institucional y provocadora en lo mediático. Mientras Escobar acumula publicaciones con discursos encendidos, los debates en el cabildo avanzan sin su presencia, lo que, según varios concejales, mina la legitimidad del ejercicio democrático y demuestra una falta de compromiso real con su investidura como servidor público.