Ni los llamados de auxilio frenan a quienes buscan aprovechar cualquier descuido. Así quedó en evidencia en Altos de Menga, en la ladera norte de Cali, donde una unidad del Cuerpo de Bomberos fue víctima de un robo mientras atendía una situación médica urgente.
El equipo de socorristas había llegado al lugar tras recibir una alerta sobre una persona lesionada. En cuestión de minutos iniciaron el procedimiento habitual para estabilizarla, pero en paralelo, varias personas se acercaron a la ambulancia y, sin autorización, ingresaron al habitáculo trasero.
Cuando los bomberos volvieron al vehículo, notaron que algo no estaba en su sitio. Se trataba de una tablet de uso operativo, una herramienta esencial para coordinar emergencias, trazar rutas de respuesta, registrar imágenes del incidente y mantener comunicación directa con la base. Su desaparición comprometía la logística de todo el sistema.
Un intento de extorsión encendió las alertas, pero la tecnología permitió dar con el paradero
Poco después del hurto, el equipo recibió una llamada anónima. Quien tenía el dispositivo pedía dinero a cambio de devolverlo. No hubo negociación. De inmediato se activaron los protocolos internos y, gracias al GPS incorporado en la tablet, fue posible rastrear su ubicación exacta.
Con acompañamiento policial, el equipo fue recuperado en una zona cercana, sin necesidad de confrontación. La tablet no presentaba daños visibles ni señales de acceso indebido a la información almacenada. Sin embargo, el hecho no pasó desapercibido. Para los bomberos, no fue solo la pérdida de un equipo técnico, sino un golpe a la confianza que se espera cuando se acude a prestar auxilio.
Desde la institución, el capitán Alberto Hernández, director de Gestión del Riesgo y Emergencias, lamentó lo sucedido. Recordó que constantemente apoyan a la comunidad de Altos de Menga, tanto en emergencias médicas como en el suministro de agua por fallas del acueducto. “Les llevamos agua, los socorremos, y aun así ocurren cosas como esta. Es difícil entenderlo”, expresó.
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Otros miembros del cuerpo señalaron que este tipo de situaciones no solo afectan la moral del equipo, sino que los obliga a tomar precauciones incluso en medio de una misión humanitaria. Aunque el compromiso con la ciudad se mantiene intacto, reconocen que algunos escenarios obligan a operar con mayor cuidado.
