La salud materno-infantil en el Valle del Cauca está en estado crítico, puesto que 255 servicios de pediatría y gineco-obstetricia han cerrado en los últimos cinco años. Siendo el motivo principal, una cartera vencida que ya supera los $3.5 billones por parte de EPS como Nueva EPS, Emssanar, Coosalud y Asmet Salud.
La problemática fue discutida en la Comisión Legal para la Equidad de la Mujer del Concejo de Cali. Aunque se esperaba la presencia del ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, este no asistió. Su ausencia fue justificada por su nuevo rol como presidente encargado. En su lugar intervino el asesor del Ministerio, Hugo Muñoz. Allí, la vicepresidenta de la comisión, María del Carmen Londoño, pidió al Gobierno una mesa de concertación urgente. También propuso que los pagos de las EPS a las IPS se hagan mediante giro directo, sin intermediación.
Foto tomada por el Concejo de Cali
Clínicas cerradas, hospitales colapsados
Las clínicas Cali, Farallones y Colombia ya no prestan atención obstétrica de alto riesgo. Solo el Hospital Universitario del Valle, la Fundación Valle del Lili y la Clínica Versalles —esta última colapsada— siguen funcionando. En menor medida, las clínicas Los Remedios y Occidente apoyan la atención. Palmira también ha sufrido, puesto que las clínicas Palma Real y Palmira cerraron sus servicios, lo que ha trasladado la carga de atención a Cali.
Además, Cali reportó 136 muertes de madres gestantes en 2025, frente a 105 en 2024. Los casos se concentran en el oriente, la ladera, el norte y el centro. La red pública es la única que aún sostiene parte del servicio, aunque al borde del colapso.
María Cristina Lesmes, secretaria de Salud del Valle, afirmó que la atención pediátrica no es rentable. Requiere especialistas costosos, pero los pagos que reciben las clínicas no compensan los gastos. Además, la subsecretaria de Salud de Cali, Janeth Vélez, advirtió que la deuda solo en la red privada supera los $2 billones. Esto ha afectado directamente el pago al personal y proveedores, paralizando el sistema.
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Hace 30 años se planeó un hospital materno infantil para el oriente de Cali y solo se construyó el 10% del proyecto. Su torre hospitalaria costaría $70 mil millones. Hoy, esa infraestructura sería clave para descongestionar el sistema. Lesmes concluyó con un llamado contundente: “Bogotá no conoce la región. No pueden seguir decidiendo desde un escritorio dónde invertir en salud. Es hora de escuchar a los territorios”.
