En medio de una escalada violenta que sacudió a Cali, Buenaventura y varias zonas del Valle y Cauca, el presidente Gustavo Petro viajo a la capital vallecaucana. Su presencia busca coordinar acciones urgentes ante la crítica situación de orden público. El lunes 10 de junio se registraron al menos doce ataques simultáneos, que dejaron un saldo preliminar de siete muertos y más de veinte heridos. Tanto en Valle del Cauca como en Cauca, las autoridades investigan si los atentados tienen una conexión directa y fueron ejecutados por el mismo grupo armado. El Gobierno Nacional no descarta esa hipótesis y ya habla de una coordinación entre los frentes ilegales que operan en la región.
Petro presidió un consejo extraordinario de seguridad en la Base Marco Fidel Suárez. Allí se dieron cita alcaldes, gobernadores del suroccidente, Fuerzas Militares y representantes de la Fiscalía. Donde el objetivo es encontrar soluciones inmediatas que frenen el avance de los grupos ilegales en ambos departamentos.
Peticiones urgentes desde Cali
El alcalde Alejandro Éder llegó al encuentro con propuestas concretas y solicitó el envío de al menos 150 policías adicionales, así como el despliegue de dos batallones del Ejército. Asegura que recuperar el control estatal en zonas críticas como Jamundí es vital para contener a los disidentes.
“Lo que vemos es que estamos igual o peor. Necesitamos decisiones políticas contundentes. No más abandono a Jamundí”, afirmó. El mandatario comparó la situación con lo que significaría tener grupos armados en Chía o Rionegro, exigió igualdad en el tratamiento estatal y denunció la existencia de más de 2.000 hectáreas de coca en esa zona.
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En paralelo al consejo, la Clínica Valle del Lili emitió un comunicado alertando sobre una sobreocupación del 300% en su servicio de urgencias. El desborde es consecuencia directa de los heridos en los recientes ataques y de la atención general. “Nuestro equipo ha desplegado todos los recursos para responder con compromiso”, indicaron.
Éder valoró la presencia de Petro en la ciudad, al igual que la disposición del ministro de Defensa y la cúpula militar. Sin embargo, enfatizó que la buena voluntad no basta. “Necesitamos decisiones de fondo, sin titubeos”, concluyó el alcalde. La región, mientras tanto, sigue esperando que la palabra se transforme en acción.