Cali está dando pasos decisivos hacia la adopción de su primer Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de tercera generación, un instrumento que no solo transformará la forma en que la ciudad se organiza y crece, sino que la posicionará como pionera en Colombia en este tipo de planeación. El nuevo POT, con una vigencia proyectada entre 2027 y 2039, busca responder de manera integral a los retos ambientales, sociales y económicos de una ciudad en constante expansión.
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La iniciativa, que fue socializada recientemente ante medios de comunicación, es liderada por la Administración Distrital y tiene como meta que el plan sirva de modelo para otras capitales del país. “Este será un POT innovador, que permitirá que Cali sea ejemplo en la creación de normas y en la gestión de proyectos estratégicos para su desarrollo. Buscamos un ordenamiento que esté a la altura de los nuevos tiempos”, destacó Diego Andrés Giraldo, director de Planeación Distrital.
Encuentros con comunidades para identificar necesidades
El proceso para la formulación del POT 2027-2039 se ha caracterizado por su enfoque participativo y su rigurosidad técnica. Durante la fase de diagnóstico, que culminó en mayo de 2025 tras 18 meses de trabajo, se realizaron más de un centenar de encuentros con comunidades, líderes barriales y actores estratégicos. Estos espacios permitieron identificar de primera mano las necesidades y prioridades de los distintos sectores del territorio.
El próximo paso en el cronograma es la presentación del documento diagnóstico a la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), prevista para el segundo semestre de este año. Posteriormente, en 2026, el plan será radicado ante el Concejo Distrital, que tendrá la responsabilidad de su análisis y aprobación.
Con esta apuesta, Cali no solo se prepara para ordenar su crecimiento de manera más justa y sostenible, sino que también consolida su liderazgo como ciudad innovadora en la planificación de su territorio. El POT de tercera generación contempla una visión equilibrada entre lo urbano y lo rural, integrando criterios modernos de sostenibilidad y participación ciudadana, lo que lo convierte en un referente nacional.