La ciudad de Cali está lista para dar un paso significativo hacia la transformación de su movilidad urbana y metropolitana. El proyecto del tren de cercanías que conectará a la capital vallecaucana con Jamundí ya cuenta con avances clave que lo acercan a convertirse en una realidad. Esta iniciativa, calificada por el alcalde Alejandro Éder como “la obra de desarrollo más importante de la década para Cali”, busca aliviar la congestión vehicular, reducir tiempos de desplazamiento y ofrecer una alternativa de transporte sostenible y eficiente para miles de ciudadanos que transitan a diario entre ambas localidades.
Durante su intervención en el IV Foro de Sostenibilidad de la ACP, el mandatario aseguró que el proyecto ya tiene asegurados los recursos por parte de la Alcaldía y la Gobernación del Valle del Cauca. El siguiente paso será obtener el aval técnico que permita abrir el proceso de licitación y, posteriormente, iniciar su construcción. La primera etapa del tren cubrirá un trayecto de 23,6 kilómetros y tendrá un costo estimado de 13 billones de pesos. Según las proyecciones, la obra movilizará hasta 165.000 pasajeros diarios, lo que se traduce en más de 55 millones de usuarios por año, una cifra que pone en evidencia su impacto en la región.
Un tren que conectará, integrará y modernizará el sur del Valle
Más que un proyecto de infraestructura, esta apuesta ferroviaria representa una estrategia de integración urbana y regional. Con un total de 21 estaciones distribuidas a lo largo de la ruta, 18 trenes en operación y un patio-taller principal para mantenimiento y operaciones, el sistema no solo facilitará la movilidad sino que contribuirá a descentralizar los servicios de la ciudad, optimizar el uso del suelo urbano y reducir la huella ambiental del transporte tradicional.
Uno de los beneficios más destacados será la reducción del tiempo de viaje durante las horas pico. Se espera que el trayecto entre Cali y Jamundí tarde un 34% menos que con los medios actuales, lo que representará una mejora sustancial en la calidad de vida para quienes realizan ese recorrido todos los días. En un contexto donde el crecimiento urbano ha empujado a miles de familias a vivir en los bordes del municipio, contar con un sistema de transporte masivo moderno y eficiente se vuelve urgente.
Aunque falta un paso clave, la aprobación técnica que habilite la licitación, el respaldo político y financiero que ya tiene el proyecto muestra que hay una voluntad clara de sacarlo adelante. Además, su perfil se ajusta a los lineamientos nacionales de sostenibilidad, conectividad y transición energética, lo que lo convierte en una obra alineada con las prioridades del país.
Bogotá también avanza, pero con retos técnicos pendientes
Mientras Cali espera luz verde para iniciar las obras, en Bogotá el panorama ferroviario también muestra avances. El Ministerio de Transporte entregó recientemente a la Empresa Férrea Regional el corredor por el que circulará el Regiotram de Occidente, un sistema de trenes eléctricos que busca conectar a la capital con municipios como Facatativá y Madrid. Este proyecto prevé operar 16 trenes eléctricos a partir de 2029, pero enfrenta un obstáculo técnico relevante: la presencia de un ducto de combustible cercano al Aeropuerto El Dorado, que debe ser reubicado para permitir la intervención del tramo entre Fontibón y el centro de la ciudad.
Según expertos como Darío Hidalgo, docente de Transporte y Logística de la Universidad Javeriana, esta parte del trazado es crítica y podría retrasar la entrada en funcionamiento del sistema. Mientras tanto, entre Facatativá y Fontibón se espera avanzar con las obras para 2027. Esta situación evidencia los desafíos técnicos y urbanísticos que implican los proyectos ferroviarios en contextos densamente construidos.
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A diferencia de la capital, en Cali el trazado inicial del tren se ha planteado con menos interferencias urbanas, lo que le da ventaja en términos de tiempos de ejecución. Con el apoyo del gobierno nacional, el respaldo regional y la claridad en su diseño, la ciudad parece encaminada a consolidar una solución de transporte que no solo responda a las necesidades del presente, sino que proyecte un futuro más conectado y sostenible para todo el Valle del Cauca.