Durante el fin de semana, los ciudadanos del norte de Cali se sorprendieron al encontrarse con un operativo de movilidad en el que las autoridades utilizaron una grúa para bloquear por completo el paso de vehículos. El cierre se realizó mientras los agentes de tránsito adelantaban controles y aplicaban comparendos a varios conductores. La situación generó molestias y una pregunta clave: ¿tienen los agentes de tránsito la facultad legal para cerrar una vía de esa manera?
Aunque para algunos este tipo de acciones puedan parecer exageradas, desde el punto de vista legal no hay mayor discusión. Según explicó el abogado Armando Escobar, especialista en derecho de tránsito, este tipo de operativos están contemplados en el marco jurídico colombiano. La Ley 769 de 2002, que corresponde al Código Nacional de Tránsito, autoriza expresamente a las autoridades a restringir, cerrar o limitar el tránsito de vehículos en determinadas circunstancias.
“El artículo 119 es claro. Las autoridades dentro de su jurisdicción pueden ordenar el cierre temporal de vías. Eso incluye impedir el paso de vehículos cuando sea necesario por razones de seguridad, control o intervención operativa”, señaló Escobar, quien recalcó que estas acciones no son nuevas ni exclusivas de los agentes de tránsito.
De hecho, recordó que operativos similares han sido realizados por la Policía Nacional y el Ejército en diferentes puntos del país, en contextos diversos. “Hay procedimientos en los que las autoridades detienen el tránsito en un semáforo para hacer registros sorpresa. También lo hacen en retenes rurales o urbanos con fines de verificación. No es algo improvisado, ni fuera del marco legal”, añadió.
¿Es abuso de poder o control necesario?
Ahora bien, aunque legal, este tipo de medidas no siempre son bien recibidas por los ciudadanos. Algunos conductores manifestaron inconformidad al quedar atrapados sin previo aviso y sin saber cuánto tiempo estarían detenidos. La tensión en medio de la vía, sumada al calor y a la premura por llegar a sus destinos, generó malestar entre los afectados.
Frente a eso, el abogado Víctor Hugo Vallejo, también experto en temas de movilidad, explicó que el control por parte del Estado, aunque pueda ser incómodo, es parte del orden institucional. “El ejercicio de la autoridad puede lucir molesto en un momento dado, pero todos estamos en el deber de respetarlo y acatarlo, siempre que no haya abuso ni irrespeto por parte de los funcionarios”, afirmó Vallejo, quien también hizo énfasis en la importancia del trato digno por parte de los agentes.
Educación vial, la gran ausente en medio de tanto control
Más allá de la legalidad de los operativos, los expertos coinciden en que la solución a los problemas de movilidad no puede quedarse únicamente en el castigo. Según Escobar, los controles son útiles y necesarios, pero deben estar acompañados de estrategias pedagógicas que promuevan la cultura ciudadana en las vías.
“No basta con aplicar comparendos o detener vehículos. Se necesita un enfoque más amplio que incluya campañas educativas, cívicas y de sensibilización para que los conductores entiendan las normas y las respeten por convicción, no solo por miedo a la multa”, subrayó.
Las autoridades están habilitadas por la ley para hacerlo en determinados contextos, siempre que se cumplan los principios de proporcionalidad, necesidad y respeto por los derechos ciudadanos. Utilizar una grúa como barrera es legal si responde a un operativo organizado y no se convierte en un acto de abuso o improvisación.
No obstante, el llamado de los expertos es a no perder de vista que la autoridad, por muy legal que sea, también debe ser legítima. Y eso solo se logra cuando los ciudadanos sienten que los controles tienen sentido, que se aplican con justicia y que no vulneran su dignidad.
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En conclusión, los cierres viales con grúas, como el ocurrido en Cali, están dentro del marco permitido. Pero deben ejecutarse con criterio, informar a la comunidad, y ser parte de una estrategia más amplia que no se limite solo a sancionar. Porque el respeto en la vía se construye desde ambos lados: desde la autoridad que actúa con mesura, y desde el ciudadano que cumple con la ley.
