Cuatro presuntos miembros del frente ‘Jaime Martínez’ de las disidencias de las FARC fueron capturados en Jamundí, Valle del Cauca, tras una operación conjunta de la Policía Nacional, el Ejército y la Fiscalía. Los detenidos estarían involucrados en los atentados del pasado 10 de junio que generaron temor entre los habitantes de Cali.
Según las autoridades, los capturados pertenecían a las denominadas Redes de Apoyo a Estructuras Residuales (RAER) y operaban bajo las órdenes de alias ‘Pablito’, considerado el segundo al mando del frente. Se les imputan delitos como terrorismo, concierto para delinquir, homicidio agravado y porte ilegal de armas de fuego.
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Durante la operación fueron incautadas una pistola, municiones, dinero en efectivo, celulares, brazaletes y propaganda alusiva al grupo armado. Estas acciones, según la Policía, permitieron desmantelar una célula responsable de planear y ejecutar actos violentos en la ciudad.
A estas detenciones se suma la captura de alias ‘JF’, efectuada días antes, quien también estaría vinculado a los hechos ocurridos el 10 de junio. “El que se mete con Cali, la paga. No vamos a ceder ni un centímetro frente al terrorismo y el crimen organizado”, afirmó el alcalde Alejandro Eder, quien destacó el trabajo articulado de las instituciones para proteger a la ciudad.
Las investigaciones continúan para determinar si hay más personas implicadas en los ataques y evitar nuevos actos de violencia por parte de grupos armados ilegales en la región.
Alarma en Cali por mensajes de disidencias de las FARC
La aparición de graffitis con mensajes atribuidos a disidencias de las FARC ha encendido las alarmas en la ciudad de Cali. Los letreros fueron encontrados sobre cortinas metálicas de varios establecimientos comerciales en el barrio Llano Verde, un sector históricamente golpeado por la violencia y el reclutamiento forzado de menores. Lo preocupante es que los mensajes están a menos de 150 metros de una estación de policía.
Este hecho ocurre apenas dos semanas después de los atentados ocurridos el 10 de junio en Cali y Jamundí. Aquellos ataques dejaron tres víctimas mortales y decenas de heridos. Hoy, el miedo vuelve a circular en los barrios del oriente caleño, esta vez con tinta en aerosol.