La Secretaría de Educación de Cali reportó una caída significativa en la deserción escolar. La tasa preliminar para 2024 se ubica en 5,16%, frente al 6,37% del año anterior. El dato, actualizado hasta noviembre, refleja un avance sostenido en los esfuerzos por mantener a los estudiantes dentro del sistema educativo oficial del Distrito. Más de 147 mil estudiantes permanecen actualmente en las aulas de colegios públicos. Esto, según las autoridades, no es solo un logro numérico, sino un indicador del impacto de las políticas públicas implementadas.
Aunque la reducción es alentadora, las causas de abandono escolar siguen latentes. Entre las más frecuentes se encuentran las condiciones económicas precarias, los problemas familiares, la necesidad de trabajar desde temprana edad y la salud mental de los jóvenes. Estos factores, muchas veces invisibles en las estadísticas, son el eje de una intervención institucional que busca atenderlos de raíz.
Intervención más allá del aula
Con el objetivo de prevenir el abandono escolar, la Secretaría de Educación ha puesto en marcha una estrategia intersectorial. En articulación con las dependencias de Bienestar Social, Cultura y Salud, se han desarrollado rutas de acompañamiento psicosocial. Estas incluyen seguimiento a estudiantes en riesgo, creación de entornos escolares protectores y visitas domiciliarias. Los orientadores escolares juegan un papel clave en la detección temprana de casos potenciales de deserción.
Programas como el de Alimentación Escolar (PAE) garantizan que miles de estudiantes reciban alimentos durante la jornada académica. Además, la entrega de kits escolares alivia la carga económica de las familias y el transporte escolar facilita el acceso a las instituciones. A esto se suman los modelos flexibles dirigidos a estudiantes con trayectorias interrumpidas o que cursan estudios en extraedad. Estos modelos adaptan los contenidos y metodologías para que ningún estudiante quede atrás. También se fortalecen programas pedagógicos para jóvenes con discapacidad o talentos excepcionales. El componente psicosocial, además, promueve la convivencia escolar y el sentido de pertenencia.
Catalina Zuluaga, subsecretaria de Cobertura Educativa, destacó que el reto va más allá del Estado. “Hacemos un llamado a la comunidad a trabajar unida. Cada estudiante que permanece representa una oportunidad para construir un mejor futuro para Cali”, concluyó. La permanencia escolar, más que una meta, es una apuesta por el desarrollo social y humano de la ciudad.