Ciclistas que transitan a diario por la cicloruta que conecta Cali con Candelaria alzaron su voz para denunciar las múltiples dificultades que enfrentan en este corredor. Aunque esta es una de las ciclorutas intermunicipales más largas del país, las condiciones actuales ponen en riesgo la integridad de quienes la usan como vía de transporte o para actividades deportivas.
Entre las quejas más frecuentes se encuentran el parqueo ilegal de vehículos sobre la vía, el tránsito de motocicletas que invaden el espacio exclusivo para bicicletas y la falta de demarcación. Estas situaciones, lejos de ser aisladas, ocurren a lo largo de varios tramos, donde la falta de control y vigilancia convierte esta ruta en una zona peligrosa.
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La falta de mantenimiento ahoga la movilidad limpia
Además de los problemas con la invasión vehicular, los ciclistas también reportan el deterioro progresivo de la cicloruta en Cali. Baches, huecos, señalización desgastada y maleza invadiendo los bordes de la cicloruta dificultan el tránsito seguro. Para muchos usuarios, estas condiciones desincentivan el uso de la bicicleta y generan frustración ante el abandono institucional.
“Estamos cansados de pedalear entre el caos. Esta ruta debería ser un símbolo de movilidad sostenible, pero hoy es un obstáculo diario”, denunció uno de los ciclistas afectados. La falta de mantenimiento también ha reducido la visibilidad en horarios nocturnos y aumenta la posibilidad de accidentes, especialmente en zonas poco iluminadas o en curvas cerradas.
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Llamado ciudadano por una intervención inmediata
Ante este panorama, usuarios frecuentes de la cicloruta han solicitado una intervención integral por parte de las autoridades locales y departamentales. Piden acciones concretas como operativos de control para evitar el paso de motos, sanciones por parqueo indebido, repintado de la señalización y trabajos de reparación sobre la vía.
La ciudadanía resalta que esta cicloruta representa una apuesta importante por la movilidad alternativa en el Valle del Cauca y no puede seguir en el abandono. “Tenemos la cicloruta más larga del país, pero también la más descuidada. Si queremos fomentar el uso de la bicicleta, necesitamos rutas seguras, visibles y bien mantenidas”, concluyó otro ciclista.