En los últimos días, ciudadanos de Cali han registrado un inusual color en las aguas del río Cali, justo en el punto donde confluyen sus aguas con las del río Aguacatal. Este fenómeno ha sido atribuido a la contaminación por residuos mineros, vertimientos de aguas residuales y pasivos ambientales de antiguas minas de carbón ubicadas en la parte alta de la cuenca.
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El alcalde Alejandro Eder se pronunció sobre la situación y anunció un plan de choque para iniciar la descontaminación del afluente. “Este cambio anormal en el color del río no es reciente, es el resultado de años de minería ilegal y desechos arrojados sin control. Estamos actuando y ya se están haciendo pruebas”, afirmó.
¿La alteración es por un aumento en la acidez del agua?
Por su parte, el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma) explicó que la alteración se debe a un aumento de la acidez del agua causado por contaminantes provenientes de minas ubicadas fuera de su jurisdicción. No obstante, ya se han implementado medidas como el sellamiento de socavones, el tratamiento químico del agua y mejoras en la infraestructura de alcantarillado.
“Las acciones más urgentes contemplan la construcción de una planta de tratamiento en Montebello, ampliación de colectores y monitoreos permanentes en puntos críticos”, señaló Mauricio Mira Pontón, director del Dagma.
Además, la administración distrital convocará una mesa técnica la próxima semana para acelerar intervenciones sobre la cuenca del río. En paralelo, se adelantan campañas de educación ambiental y se hace un llamado a la ciudadanía para que denuncie casos de minería ilegal, una de las principales causas de la emergencia ambiental.
“Lo que está en juego es el agua que nos sostiene. Esto nos afecta a todos, necesitamos más conciencia y menos indiferencia”, concluyó Eder.
