En las últimas semanas, la Policía Metropolitana de Cali ha tenido que intervenir varias rumbas callejeras en el oriente de la ciudad. Las celebraciones, que se han llevado a cabo sin permisos ni control, interrumpen la tranquilidad de sectores residenciales y se desarrollan incluso entre semana y a plena luz del día, desbordando los niveles de ruido permitidos.
Una de las situaciones más recientes ocurrió en el barrio Mariano Ramos, donde vecinos alertaron a las autoridades por una fiesta que se extendía en plena vía pública. La intervención obligó a suspender el evento, pues los equipos de sonido generaban altos decibeles y bloqueaban el paso vehicular. Los residentes aseguraron que no es la primera vez que ocurre algo similar en la zona.
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Comunidad cansada del ruido y el desorden
Los habitantes de estos sectores han manifestado su inconformidad por la repetición de este tipo de eventos que, según denuncian, afectan el descanso de niños, personas mayores y trabajadores que cumplen con sus labores al día siguiente. “No se puede dormir. Uno llama a la Policía, vienen, pero al rato todo vuelve a empezar”, afirmó una residente de la zona.
El exceso de ruido no es el único problema. En muchas de estas fiestas, los asistentes consumen licor en la calle, bloquean aceras y generan desórdenes, convirtiendo espacios residenciales en escenarios de alto riesgo. En algunos casos, los organizadores instalan equipos de sonido de gran potencia sin autorización, lo que agrava aún más la situación.
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Medidas en curso y llamados de las autoridades
Ante esta problemática, la Alcaldía de Cali y la Policía han intensificado los patrullajes en zonas críticas, especialmente durante las noches y los fines de semana. Las autoridades recordaron que realizar fiestas en espacios públicos sin autorización es una infracción que puede ser sancionada con comparendos y decomiso de equipos.
Además, se está evaluando un refuerzo en el control de consumo de licor en vía pública y la implementación de campañas pedagógicas para sensibilizar a la ciudadanía sobre el respeto por el espacio común. Las autoridades hacen un llamado a los organizadores y asistentes para evitar este tipo de conductas.