El humedal La Babilla, en el sur de Cali, fue el escenario de un momento de esperanza: cuatro piguas (aves silvestres) que habían sido encontradas en grave estado de salud fueron devueltas a su hábitat natural, luego de superar un delicado proceso de recuperación en el Hogar de Paso del Dagma.
Las aves llegaron el pasado 5 de julio en estado crítico, tras haber sido presuntamente envenenadas en un parque del sur de la ciudad. El caso dejó como saldo 15 aves muertas y una investigación en curso liderada por el Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (GELMA), adscrito a la Fiscalía General de la Nación.
“Cuando llegaron estaban al borde de la muerte. Les aplicamos carbón activado para contrarrestar la toxina y, tras varios días de observación y ejercicios de vuelo, lograron recuperarse por completo”, explicó Andrés Posada, director del Hogar de Paso, quien también detalló que una de las aves fue sometida a cirugía tras sufrir una fractura en una de sus alas.
Liberación de las aves acompañada por biólogos y el Dagma
La liberación fue acompañada por biólogos, veterinarios y funcionarios del Dagma, quienes destacaron el compromiso de la ciudad con la protección de la fauna silvestre. “Es un mensaje de reconciliación con la naturaleza. Cada ave que vuelve a su entorno es un acto de justicia ambiental”, señaló Diego Benavidez, subdirector de Calidad Ambiental del Dagma.
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Además, se conoció que 80 tortugas, entre morrocoys e hicoteas, fueron enviadas recientemente desde el Hogar de Paso hacia Cartagena, donde serán liberadas en su ecosistema natural como parte de las acciones de recuperación de fauna en el país.
Mientras las autoridades siguen investigando a los responsables de este hecho de maltrato animal, la ciudad celebra un pequeño pero significativo triunfo: la vida de estas cuatro aves que hoy vuelan libres en el cielo caleño.