El aumento sostenido de las temperaturas en Cali ya empieza a causar efectos preocupantes en los principales afluentes que abastecen a la ciudad. Uno de los más afectados es el río Meléndez, cuya reducción en el caudal ha generado alarma entre las autoridades locales y ha motivado la activación de planes de contingencia para evitar interrupciones en el suministro de agua potable.
Este afluente, fundamental para abastecer los barrios de las comunas 18 y 20, muestra signos de agotamiento en medio de una temporada seca que, según la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), se extenderá al menos hasta finales de septiembre. Ante este panorama, las Empresas Municipales de Cali (Emcali) han encendido las alertas.
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“Nos encontramos con caudales disminuidos debido al verano, y si seguimos así, podríamos ver afectado el suministro de agua”, advirtió Lucierne Obonaga Lopera, subgerente de Agua Potable de Emcali, quien instó a la ciudadanía a reducir el consumo y evitar actividades como el lavado de carros o antejardines.
Siloé y Nápoles en marcha con medidas preventivas
En sectores como Siloé y Nápoles, ya se han puesto en marcha medidas preventivas. Emcali activó un plan de contingencia que incluye ajustes en los sistemas de bombeo para garantizar el acceso al líquido vital en medio de las condiciones extremas.
Además del Meléndez, otros ríos como el Cali también presentan una preocupante disminución en sus niveles, lo que afecta directamente el funcionamiento de las plantas de tratamiento La Reforma y Río Cali. La situación podría agravarse si no hay cambios en las condiciones climáticas, por lo que la CVC reiteró el llamado al ahorro y al uso racional del recurso.
La comunidad caleña enfrenta así un nuevo reto climático, que demanda conciencia y responsabilidad colectiva para proteger un bien esencial cada vez más escaso; el agua.
