La tarde de este jueves 21 de agosto, la ciudad de Cali vivió uno de los episodios más graves de violencia de los últimos meses. Un camión cargado con cilindros explosivos se ubicó frente a la Base Aérea Marco Fidel Suárez y, en cuestión de minutos, se convirtió en un arma de destrucción. Según los reportes preliminares de las unidades de rescate, al menos dos cilindros fueron lanzados hacia el interior de la Escuela Militar de Aviación, aunque no lograron detonar dentro de las instalaciones. Sin embargo, el resto de los artefactos estalló en los alrededores, provocando una escena de caos y destrucción.
El impacto de la detonación dejó un saldo inicial de cinco personas fallecidas y más de 40 heridas, entre ellas civiles que transitaban por la zona. Además, la onda explosiva alcanzó a destruir al menos seis vehículos y cuatro motocicletas, mientras que varios locales comerciales resultaron afectados. Los organismos de socorro atendieron de inmediato la emergencia y trasladaron a los lesionados a diferentes hospitales de la ciudad, donde algunos permanecen bajo pronóstico reservado.
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Daños materiales y pánico ciudadano
La fuerza del estallido se sintió en varias cuadras a la redonda y dejó visibles daños estructurales en viviendas y establecimientos cercanos. Ventanas destrozadas, fachadas colapsadas y columnas de humo dominaron la escena durante varios minutos. Habitantes de barrios cercanos describieron la experiencia como un momento de terror: muchos corrieron sin saber hacia dónde, otros resultaron heridos por esquirlas o golpeados por la onda expansiva.
Testigos relataron que, en cuestión de segundos, el sector se transformó en un escenario de guerra. “Escuchamos un estruendo ensordecedor y lo único que pensamos fue en correr”, dijo un ciudadano que se encontraba en la zona. Otro, herido por una esquirla, aseguró que logró sobrevivir de milagro. La magnitud del ataque obligó a las autoridades a acordonar varias cuadras y desplegar un fuerte dispositivo de seguridad mientras equipos especializados verificaban la estabilidad de las estructuras afectadas.
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Respuesta institucional y contexto
Ante la gravedad de lo ocurrido, el Sistema Distrital de Gestión del Riesgo activó un Puesto de Mando Unificado para coordinar las labores de atención y rescate. La Defensa Civil, la Cruz Roja y el Cuerpo de Bomberos enviaron ambulancias, unidades de rescate y personal especializado para controlar la emergencia y garantizar el traslado oportuno de las víctimas. El balance oficial de heridos y fallecidos aún está en consolidación, pero las cifras preliminares dan cuenta de la magnitud del ataque.
Aunque la investigación sigue en curso, este hecho se suma a una serie de atentados recientes atribuidos a estructuras criminales que operan en el suroccidente del país. El uso de cilindros explosivos en zonas urbanas representa un grave riesgo para la población civil y ha sido catalogado por expertos en seguridad como una estrategia de terror para generar miedo colectivo. Por ahora, las autoridades mantienen un cerco en la zona y avanzan en la recolección de pruebas que permitan esclarecer la autoría del atentado.