El martes 26 de agosto, estudiantes de la Institución Educativa Eustaquio Palacios, en el sur de Cali, iniciaron una toma pacífica y artística del colegio, con el objetivo de exigir atención de la Secretaría de Educación Distrital y del Ministerio de Educación ante problemas que, según ellos, afectan su formación.
Entre las principales inconformidades se encuentran la fusión de grados, cobertura insuficiente de docentes y problemas de infraestructura, que, según los estudiantes, perjudican la calidad de su educación. Juliana Anacona, estudiante afectada, explicó que la fusión de grupos genera jornadas reducidas y clases con pocos alumnos. “Lo que nos trajo a estas instancias fue la fusión… cerrando y cerrando grupos hasta que quedan muy poquitos”, expresó la estudiante.
El rector del colegio, Óscar Ordóñez, confirmó que la toma es respetuosa y pacífica, y explicó que la situación se originó por la necesidad de liberar personal docente y fusionar algunos grados. “Hicimos la primera reunión donde teníamos que liberar 10 maestros, tres coordinadores y fusionar 11 grados”, señaló el rector.
Los estudiantes manifestaron que permanecerían en la institución hasta recibir una respuesta directa de la Secretaría de Educación. Insistiendo en que sus demandas fueran escuchadas y atendidas antes de levantar la toma.
Reacción de las autoridades
Horas más tarde, alrededor de las siete de la noche, la Secretaría de Educación de Cali respondió y confirmó que las decisiones obedecen a instrucciones del Ministerio de Educación. Esta establece el número de docentes por institución según la matrícula estudiantil.
Asimismo, la entidad socializó las directrices del Ministerio, explicando cómo se determinará el número de docentes necesarios en cada institución. La medida busca garantizar que la asignación de personal se ajuste a los lineamientos nacionales. Mientras tanto, los estudiantes siguen pendientes de que sus demandas sobre la fusión de grados y condiciones de infraestructura sean atendidas.