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Indignación en Cali: joven de 23 años muere tras ser atacada en intento de robo

Natalia Trujillo, joven de 23 años y apasionada por el patinaje, fue asesinada en un intento de robo en el barrio Salomia.

Natalia Trujillo era conocida por su carácter alegre y por su disciplina en el patinaje, deporte que practicaba con pasión. La noche del lunes, mientras conducía su motocicleta en la carrera 1ª con calle 46C, en Salomia, fue interceptada por dos hombres armados que le cerraron el paso.

Los delincuentes dispararon contra ella en medio del asalto, dejándola herida de gravedad. Aunque fue trasladada a un centro médico, los esfuerzos de los especialistas no lograron salvarle la vida.

Amigos y familiares la describen como una mujer alegre, dedicada y soñadora.
Foto: CW Noticias

Reacciones de dolor y solidaridad

El crimen desató una ola de tristeza e indignación. Amigos, familiares y compañeros del mundo deportivo lamentaron la pérdida de Natalia y resaltaron su alegría y dedicación. En redes sociales circulan mensajes de despedida y recuerdos de su tiempo en entrenamientos y competencias.

En honor a su memoria, allegados convocaron a una velatón, con la intención de acompañar a la familia y rechazar la violencia que enluta a Cali.

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Acciones de las autoridades

Tras conocerse el hecho, la Policía Metropolitana de Cali activó un plan candado para intentar dar con los responsables del crimen. La SIJIN asumió la investigación y trabaja en la recolección de pruebas para identificar a los agresores y recuperar la motocicleta robada.

Las autoridades aseguraron que el caso es prioritario y que se reforzarán las operaciones de vigilancia en la zona.

La inseguridad en Cali bajo la lupa

El asesinato de Natalia Trujillo se suma a una serie de hechos violentos que han impactado a la capital del Valle en los últimos meses. La ciudadanía, cansada de la delincuencia, exige medidas más contundentes que frenen los hurtos y homicidios.

La muerte de esta joven no solo deja una huella imborrable en su familia y amigos, sino que se convierte en un símbolo de la urgencia de devolverle la tranquilidad a las calles de Cali.