En este sector popular de Cali, la basura y los escombros se acumulan sin tregua. Los montones bloquean canales de aguas lluvias y deterioran el espacio público. La comunidad alerta que la situación representa un riesgo de salud pública y un foco de plagas.
Aunque las rutas de recolección pasan varias veces a la semana, incluso hasta dos veces al día, los residuos que se arrojan superan la capacidad de limpieza. Los habitantes aseguran que el problema lleva años sin resolverse y que cada jornada de aseo se vuelve insuficiente.
Vecinos cansados y frustrados
Los residentes del 12 de Octubre expresan su cansancio. Denuncian que personas externas al barrio aprovechan la oscuridad de la noche para arrojar basura y escombros, aumentando el desorden. “Recogen todo, lo organizan y al día siguiente vuelve a estar lleno de basura”, dijo un habitante.
La comunidad asegura que, pese a los llamados constantes a las autoridades, las soluciones no llegan y el panorama empeora con el paso del tiempo.
La falta de conciencia ciudadana
Más allá del servicio de aseo, los vecinos insisten en que el problema radica en la cultura ciudadana. Consideran que la irresponsabilidad de algunos convierte las calles y zonas verdes en basureros improvisados. Esta situación genera malos olores, inseguridad y deterioro en la calidad de vida.
Lo que deberían ser espacios de recreación y encuentro, hoy son terrenos ocupados por montañas de desechos.
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Llamado a la acción
La comunidad del 12 de Octubre reclama una intervención integral. Piden campañas de cultura ciudadana, sanciones efectivas contra quienes arrojan basura de forma irregular y un plan que asegure la limpieza permanente.
Los vecinos insisten en que el problema no puede seguir siendo invisible, pues afecta directamente la convivencia, la movilidad y la salud pública del sector.