En el Hospital Universitario del Valle (HUV) se llevó a cabo la Tercera Brigada Internacional de Cirugía Pediátrica Colorrectal, un evento médico que marcó la vida de más de 20 familias. Entre los beneficiados estuvo una bebé de un año y nueve meses que sufría una rara malformación: tenía dos vaginas y dos úteros. Su madre, Luz Dary Miranda, relató conmovida que nunca habría podido costear una cirugía de este nivel sin esta jornada.
“Nos devolvieron la esperanza que ya habíamos perdido. Las EPS nos habían cerrado las puertas, pero hoy mi hija tiene la posibilidad de crecer como cualquier otra niña”, contó la mujer, de acuerdo con información de la Gobernación del Valle, mientras recordaba cómo la intervención abre un futuro diferente para su pequeña, que ahora podrá compartir actividades con otros niños sin el temor constante a infecciones.
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Ciencia y solidaridad unidas por la niñez
La brigada fue posible gracias a la alianza entre la Fundación Florece la Esperanza, Ángeles en el Camino, un equipo de cirujanos pediátricos internacionales y la Sección de Cirugía Pediátrica de la Universidad del Valle. Los especialistas intervinieron malformaciones complejas en las que el recto estaba conectado a la uretra, la vejiga o la vagina, condiciones que exigen procedimientos altamente especializados.
Además de las cirugías, el equipo médico brindó tratamientos y terapias a niños que no podían ser operados, garantizando alternativas que mejoren su calidad de vida. “El año pasado logramos ayudar a ocho menores, pero esta vez superamos los 20. Es un avance enorme que nos llena de satisfacción”, resaltó Yeimy Alexandra Aguilera, directora de la fundación organizadora.
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Impacto regional y proyección internacional
El HUV aportó sus quirófanos, equipos de última tecnología y el respaldo de sus especialistas para el éxito de la brigada. El doctor Luis Mauricio Figueroa, jefe de Cirugía Pediátrica, destacó que esta experiencia no solo transforma la vida de los niños atendidos, sino que fortalece la capacidad académica y técnica de la institución. “La participación de especialistas de México nos permitió aprender y consolidar vínculos internacionales que enriquecen nuestro trabajo diario”, afirmó.
Familias provenientes de departamentos como Valle del Cauca, Barranquilla, Cesar y Cundinamarca viajaron hasta Cali para acceder a la atención médica. La jornada demostró cómo la unión entre la ciencia, la solidaridad y la cooperación internacional puede abrir caminos de esperanza para los más vulnerables.