Ciudad 2000 enfrenta una grave problemática ambiental. Los separadores viales y alrededores del canal de aguas lluvias se han convertido en depósitos improvisados de escombros y residuos sólidos. Al recorrer el sector, se observan montículos de basura que evidencian la falta de control y la indiferencia de algunos ciudadanos.
Debajo del puente que conecta Ciudad 2000 con los barrios Caney y Ciudad Córdoba, la situación no mejora. Allí se acumulan desechos de todo tipo, lo que convierte el lugar en un punto abandonado y deteriorado. Aunque este espacio debería estar destinado a la movilidad y a la integración comunitaria, hoy refleja abandono institucional y falta de cultura ciudadana.
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Mariano Ramos, un punto crítico
La problemática también golpea con fuerza al barrio Mariano Ramos. En sus alrededores, especialmente cerca de la estación de transferencia conocida como “Escombrera de la 50”, los escombros son una constante sin importar la hora. La acumulación de materiales de construcción y desechos pone en riesgo la salubridad y deteriora el entorno.
Los vecinos denuncian que algunas personas inescrupulosas estarían contratando a terceros para arrojar los residuos en estas zonas. Esta práctica ilegal incrementa la carga de basura y crea un ciclo difícil de detener. Pese a la presencia de rutas de recolección, la basura se multiplica en calles y corredores principales, lo que agrava la percepción de abandono.
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Impacto ambiental y social
El problema de los basureros a cielo abierto no solo afecta la imagen de los barrios, también impacta la salud de los habitantes. La acumulación de desechos genera focos de contaminación, atrae plagas y produce malos olores que alteran la calidad de vida de quienes residen en los alrededores. Además, la falta de apropiación ciudadana sobre los espacios comunes profundiza el deterioro urbano.
Las comunidades reclaman mayor vigilancia y sanciones para quienes promueven esta práctica. También piden campañas educativas que fortalezcan la conciencia ambiental y el sentido de pertenencia por el territorio. La recuperación de estos espacios exige un trabajo conjunto entre autoridades locales y ciudadanía, con el fin de garantizar un entorno limpio y seguro para todos.