La Alcaldía de Cali implementó un protocolo interno para separar de sus funciones a los agentes de tránsito involucrados en denuncias de agresiones mientras avanzan las investigaciones. Según el secretario de Movilidad, Gustavo Orozco, esta medida busca garantizar transparencia y dar confianza tanto a la ciudadanía como a los entes de control.
Orozco explicó que los procesos disciplinarios recaen en las oficinas de control interno y en organismos externos, a quienes se remiten todos los casos sin excepción. La administración local aseguró que ninguna persona, funcionario o ciudadano, tiene un “cheque en blanco” para usar la violencia, por lo que se investigarán los hechos de manera rigurosa.
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El llamado a la ciudadanía
El secretario enfatizó que la violencia no puede convertirse en un recurso para evadir normas de tránsito. Recordó que los agentes cumplen la labor de velar por la seguridad vial y no deben ser objeto de agresiones físicas ni verbales. “Los agentes de tránsito no son la piñata de nadie”, declaró Orozco al referirse al aumento de casos de ataques contra funcionarios en vía pública.
Además, insistió en que los ciudadanos deben cumplir con sus obligaciones, entre ellas portar documentos en regla. La Alcaldía lleva 18 meses insistiendo en esta medida como requisito fundamental para circular y proteger la vida en las calles. El funcionario advirtió que justificar agresiones contra la autoridad para evitar sanciones no puede ser aceptado bajo ninguna circunstancia.
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Equilibrio entre control y respeto
La administración reconoció la frustración que en ocasiones sienten los ciudadanos frente a los controles viales. Sin embargo, Orozco subrayó que los procesos administrativos de tránsito tienen rutas claras y deben respetarse. “Yo entiendo la inconformidad, pero las medidas no se improvisan; la estructura de la Alcaldía establece procedimientos que deben cumplirse”, señaló.
En ese sentido, la Secretaría de Movilidad reiteró que la prioridad es salvaguardar la vida de conductores, peatones y funcionarios. Para lograrlo, es necesario un equilibrio: agentes que actúen con respeto y ciudadanos que acaten las normas. La Alcaldía invitó a la comunidad a tramitar sus inconformidades por los canales oficiales, evitando que los conflictos en la vía terminen en actos violentos.