Tras los cuestionamientos de vecinos y líderes comunitarios sobre la falta de vivienda digna y la recuperación de espacios públicos en la Comuna 13, surge el Proyecto Integral Charco Azul y El Pondaje, una iniciativa que busca intervenir en el hábitat y mejorar las condiciones de vida de la zona. La propuesta combina construcción de viviendas, recuperación ambiental y equipamientos comunitarios, en un intento de responder a necesidades históricamente ignoradas por la ciudad.
El proyecto contempla la construcción de 520 soluciones de vivienda para alrededor de 1.800 personas, en un predio de más de 24.000 m² que podría ser declarado de utilidad pública. Las viviendas no son gratuitas; cada unidad tiene un valor de 90 salarios mínimos, y el acceso está dirigido a hogares sin vivienda propia y con ingresos limitados, cumpliendo los requisitos legales.
Algunos habitantes señalan que, aunque no se trata de viviendas “regaladas”, representan una posibilidad de mejorar las condiciones de vida sin tener que desplazarse lejos de sus escuelas, trabajos y redes de apoyo. “Queremos vivir en un lugar seguro sin alejarnos de lo que conocemos”, comenta una vecina del sector. Otro residente agrega: “Cuando llueve, nuestras casas se inundan. Esta es una oportunidad para salir de esa situación”.
Recuperación de espacios y equipamientos comunitarios
Del predio total, alrededor del 63% se destinará a espacios públicos y un 14% a equipamientos comunitarios, con el fin de generar áreas de encuentro, recreación y participación para los habitantes. La iniciativa también contempla la protección de las lagunas y zonas de franja ambiental, respondiendo a alertas sobre riesgos y asentamientos humanos en áreas vulnerables.
Para algunos vecinos, estas intervenciones representan una oportunidad de reorganizar el territorio, pero también generan dudas sobre cómo se garantizará el seguimiento de los beneficios a largo plazo y la sostenibilidad de las obras.
Participación y perspectivas comunitarias
El proyecto ha generado opiniones diversas entre los residentes de la Comuna 13. Algunos valoran la recuperación de espacios y la posibilidad de acceder a viviendas dignas, mientras otros cuestionan la implementación y la transparencia de los procesos de selección. “No se trata de recibir algo gratis, sino de que las soluciones realmente mejoren nuestra calidad de vida”, señala una habitante del sector AHDI Brisas de la Paz.
En medio de estos cuestionamientos, el proyecto continúa su desarrollo, con la expectativa de equilibrar la construcción de infraestructura con la participación activa de la comunidad y la protección del entorno natural. Los próximos meses serán clave para que se evidencie si estas intervenciones cumplen con las expectativas de los habitantes y fortalecen la transformación social de la Comuna 13.