La más reciente encuesta Cali Va, contratada por CW+ Noticias y aplicada en hogares de la ciudad entre el 16 y el 21 de septiembre de 2025, se basó en 404 encuestas efectivas que midieron la percepción de los caleños sobre la gestión de sus autoridades, la situación de seguridad y los hechos de orden público recientes. Los resultados dejan ver un panorama complejo, mientras algunos respaldan decisiones puntuales del alcalde Alejandro Eder, la mayoría expresa preocupación por la inseguridad y una mirada crítica frente a la responsabilidad institucional en los episodios que han golpeado a la ciudad.
Uno de los puntos centrales de la encuesta fue la pregunta sobre si Eder está priorizando los temas más relevantes para la ciudad. Apenas un 32% cree que sí lo está haciendo, mientras que la mitad de los encuestados (50%) considera que no. Un 18% no se pronunció. La cifra evidencia que, a pesar de que el mandatario, al parecer, ha buscado mostrar avances en varios frentes, una parte considerable de la población no siente que sus principales preocupaciones estén siendo atendidas.
El sondeo también indagó por la visita oficial que el alcalde Alejandro Eder hizo recientemente a Estados Unidos, con el propósito, según explicó la Administración Distrital, de fortalecer relaciones bilaterales. Frente a este hecho, el 45% de los consultados aprueba el viaje, mientras que el 35% lo desaprueba y un 19% no tiene una posición definida frente a esta situación.
Con relación a la pregunta del impacto que podría tener esa gestión, las respuestas estuvieron aún más divididas. El 33% cree que traerá consecuencias positivas, el 23% anticipa efectos negativos, un 24% considera que no habrá ningún cambio y el 19% restante no sabe o no responde.
Percepción de inseguridad en Cali
La inseguridad sigue siendo el tema que más preocupa a los caleños. Según la encuesta, el 76% percibe la situación de seguridad como inestable o muy inestable, apenas un 7% la califica como estable o muy estable, y el resto se mantiene en una posición neutral o sin opinión. Este resultado confirma que la violencia urbana y los hechos delictivos siguen siendo un factor determinante en la forma como los caleños evalúan su entorno y que, pese a que a que las autoridades han anunciado refuerzos en materia de seguridad, no hay aún una sensación de mejora.
Impacto del atentado a la Base Aérea
En cuanto al ataque del 21 de agosto en la Base Aérea Marco Fidel Suárez, el 46% considera que alguna autoridad tuvo responsabilidad en lo ocurrido, mientras que el 40% cree que no la tuvo y el 14% no sabe o no responde.
De los encuestados que consideran que alguna autoridad tuvo responsabilidad en el ataque, el 47% mencionó al alcalde de Cali, Alejandro Eder y el 32% al presidente Gustavo Petro. La gobernadora Dilian Francisca Toro fue mencionada por un 5%, mientras que un 10% apuntó a “otras” autoridades. Este resultado refleja cómo los ciudadanos asocian los hechos de seguridad no solo con los actores armados, sino también con el liderazgo político y su capacidad de respuesta.
Inseguridad y desconfianza marcan la opinión ciudadana
Los resultados de “Cali Va” muestran un panorama donde la confianza en las autoridades enfrenta retos importantes. La gestión del alcalde Eder genera opiniones divididas, la percepción de inseguridad sigue siendo dominante y los recientes episodios de violencia pesan en la opinión pública, al punto de escalar responsabilidades hacia las más altas esferas del Gobierno nacional.
El sondeo también revela que los ciudadanos están atentos no solo a las acciones inmediatas de sus mandatarios, sino al impacto de estas en la vida cotidiana. Las dudas frente a la utilidad de viajes oficiales o a las medidas de seguridad hablan de una población que exige resultados concretos y visibles, más allá de los anuncios institucionales.
La encuesta evidencia que la percepción ciudadana en Cali es hoy un reflejo de tensiones acumuladas, así como el deseo de recuperar la confianza en las instituciones, la urgencia de enfrentar la inseguridad y la necesidad de liderazgo firme frente a hechos que afectan la estabilidad de la ciudad. Este pulso ciudadano se convierte así en un indicador fundamental para comprender los retos de gobernabilidad en lo que resta de 2025.