La Alcaldía de Santiago de Cali avanza en el cuarto ciclo de evacuación de Residuos de Construcción y Demolición (RCD) en la Estación de Transferencia ubicada sobre la avenida Simón Bolívar con carrera 50. Esta labor, liderada por la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp), fortalece la sostenibilidad y la correcta gestión de los residuos urbanos. Con una flota operativa compuesta por 30 volquetas, maquinaria pesada y personal técnico.
“Reiniciamos la operación de evacuación para recuperar espacios, mitigar impactos y mantener la sostenibilidad ambiental de la zona”, explicó Cristhian Hernández Fandiño, líder del equipo de RCD de la Uaesp.
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Trabajo continuo y operación controlada
Las actividades en la Estación de Transferencia se ejecutan diariamente entre las 4:00 a.m. y las 12:00 del mediodía, permitiendo un flujo constante de transporte y asegurando el control ambiental durante cada fase del proceso. Esta jornada sostenida permite mantener la ciudad limpia y garantizar que los desechos provenientes de obras no contaminen zonas verdes o cuerpos de agua.
El director de la Uaesp, Diego Hau, destacó que la operación “no solo representa un avance técnico, sino una muestra de articulación institucional”. Según Hau, la administración distrital está priorizando la gestión integral de residuos como parte del plan de ordenamiento ambiental de Cali.
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Formalización laboral y beneficios sociales
El componente social es uno de los pilares de esta estrategia. En la actualidad, 250 chaneros y sus ayudantes forman parte de la economía formal del aseo, beneficiando directamente a 500 familias caleñas que antes realizaban su labor de manera informal. Su vinculación garantiza condiciones laborales dignas, estabilidad económica y acompañamiento institucional.
“Formalizar este sector mejora la calidad de vida de las familias, reduce los riesgos asociados al trabajo informal y genera sentido de pertenencia con la ciudad”, aseguró Hernández Fandiño. La meta, según la Uaesp, es continuar fortaleciendo este modelo de inclusión, donde la gestión de residuos se convierte también en una oportunidad de desarrollo social.
