En lo que va del año, Cali ha registrado seis asesinatos de líderes sociales y defensores de derechos humanos, mientras que el Valle del Cauca suma quince casos. Los datos de Indepaz muestran un repunte preocupante en la violencia dirigida contra quienes ejercen liderazgo comunitario. Las cifras del departamento destacan frente a otras regiones del país y reflejan la persistencia de riesgos para la población que trabaja en defensa de derechos y territorios.
Entre los casos más recientes en Cali se encuentra el de Cruz Magnolia Sánchez, exjueza de Paz y líder comunitaria, asesinada mientras se desplazaba en un taxi el pasado 11 de noviembre. Según Indepaz, su muerte evidencia los riesgos constantes que enfrentan quienes promueven la participación social y la protección de derechos en la ciudad.
Otros líderes víctimas en Cali incluyen a Guillermo Velasco, defensor del agua comunitaria en Palmira, y Luis Ernesto Sánchez, docente y gestor de programas educativos para prevenir el reclutamiento de menores en Tenerife. En total, la capital vallecaucana concentra seis homicidios este año, reflejando un patrón de violencia focalizada en quienes ejercen liderazgo social.
La Defensoría del Pueblo ha alertado sobre la situación en Cali mediante varias alertas tempranas. Según estas, la ciudad se ha convertido en un nodo estratégico del crimen organizado, con presencia de grupos como ELN, Clan del Golfo y bandas locales que reclutan jóvenes y ejercen control social a través de la violencia.
Violencia en el Valle del Cauca
Fuera de Cali, otras 9 víctimas se registran en distintos municipios del Valle. Entre ellos, José Dorien Jiménez Salazar, líder político en Pradera, y Alan Josué Valencia Cuero, joven líder en Bahía Málaga. También figuran casos en Jamundí, Palmira, El Dovio y Tuluá. En estas zonas donde los homicidios de defensores comunitarios y líderes juveniles reflejan la persistencia de la violencia territorial.
Estos crímenes apuntan a frenar la acción de líderes sociales en sectores rurales y urbanos, afectando directamente procesos de participación, educación y desarrollo comunitario. Los datos muestran que los homicidios no son solo hechos aislados. Al parecer, serían parte de una dinámica estructural que mantiene zonas estratégicas bajo control de actores armados ilegales.
Panorama nacional
A nivel nacional, según Indepaz, hasta el 6 de noviembre de 2025 se han registrado 1.865 asesinatos de líderes sociales desde 2016, 317 de ellos mujeres defensoras de derechos humanos. Solo entre 2022 y 2025 se reportan 709 homicidios, con un repunte que desde sectores relacionan con la cercanía de las elecciones de 2026.
Los departamentos con mayor concentración de asesinatos continúan siendo Cauca, Antioquia, Nariño, Valle del Cauca, Norte de Santander y Bogotá. Tumaco, Corinto, Caloto, Cali, Tibú, Tarazá y Bogotá lideran la lista.
La mayoría de las víctimas en el país son líderes rurales y comunales, autoridades indígenas, campesinos, líderes comunitarios y políticos locales.
El patrón predominante sigue siendo el sicariato, muchas veces vinculado a bandas y estructuras locales que tercerizan los asesinatos.
