La noche de este domingo 16 de noviembre un preocupante hecho sacudió a Cali. Un artefacto explotó frente a la sede de RCN en el norte de la ciudad, un punto donde funcionan áreas de radio y televisión de la cadena.
El hecho ocurrió en una zona industrial cercana a la carrera 8 con calle 30. Aunque el estallido dañó varios ventanales, no hubo personas heridas. Sin embargo, el nuevo ataque aumento la preocupación por la escalada de hechos violentos en este sector.
Según la información oficial, el explosivo fue lanzado hacia la fachada del edificio y detonó pocos segundos después. Uniformados de la Policía y equipos de la Secretaría de Seguridad llegaron de inmediato para asegurar la zona. Las autoridades realizaron un barrido en busca de restos del artefacto y revisaron posibles riesgos adicionales en las estructuras cercanas.
Este punto ya estaba bajo observación desde el sábado. Un día antes, funcionarios habían hallado otro artefacto en la misma zona. Ese objeto no explotó, pero su presencia generó inquietud entre trabajadores y residentes.
El nuevo ataque confirmó que algo más profundo se mueve alrededor de este corredor industrial, que en el pasado ya había sido blanco de hechos similares.
Refuerzan operativos tras ataque en Cali
Tras la explosión, la Policía inició la revisión de cámaras en las calles cercanas y el análisis del material encontrado en ambos incidentes. Aunque aún no se conocen hipótesis formales, los investigadores intentan determinar si existe relación directa entre las dos acciones y si obedecen a una misma estructura criminal.
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La tensión es mayor porque este ataque se reportó pocas horas después de otro hecho grave en la ciudad. En la noche del sábado, un artefacto estalló frente a la estación de Policía Los Mangos, en el oriente de Cali.
Ese ataque dejó tres personas heridas, entre ellas dos uniformados y un civil. Las autoridades han señalado que estos hechos podrían tener vínculo con recientes capturas de integrantes de la disidencia “Jaime Martínez”.
Rechazo desde la institucionalidad
El alcalde Alejandro Eder condenó el ataque y expresó respaldo a los trabajadores del medio. También aseguró que los responsables serán perseguidos hasta ubicarlos.
Desde la Personería, el personero Gerardo Mendoza pidió medidas más firmes para proteger a periodistas y medios de comunicación en la región.
Dos explosiones en menos de 24 horas, en puntos diferentes, pero métodos similares, generan preguntas sobre los grupos que buscan presionar a la Fuerza Pública y sembrar miedo en el sector. Por ahora, las autoridades mantienen operativos en el oriente, mientras los equipos técnicos intentan reconstruir el rastro de quienes orquestaron los ataques.
