La promesa de una Cali con movilidad fluida y tecnológica parece estar estancada. A siete meses de que la administración de Alejandro Eder decidiera liquidar el contrato de semaforización inteligente (heredado del gobierno anterior) por fallas técnicas y falta de interoperabilidad, la ciudad sigue sin ver la instalación de los nuevos equipos.
La preocupación crece entre veedores y ciudadanos ante la inminente entrada en vigencia de la Ley de Garantías (previo a las elecciones legislativas y presidenciales de 2026), lo que podría “congelar” la contratación pública y retrasar aún más la modernización de la red.
Movilidad pide paciencia: “no es una tarea de un día”
Pese a las críticas por la lentitud del proceso, la Secretaría de Movilidad defiende los tiempos técnicos necesarios para estructurar una licitación que no repita los errores del pasado.
Sergio Moncayo, subsecretario de Servicios de Movilidad, explicó que la complejidad del proyecto impide soluciones inmediatas:
“No es una tarea fácil, es una tarea que toma unos meses para que se pueda desarrollar. No es algo que pase de aquí a mañana, tiene unos tiempos establecidos y no nos podemos saltar esos tiempos”, afirmó el funcionario.
Respecto al temor de que la Ley de Garantías frene el proyecto, la Secretaría ha manifestado que el cronograma está blindado, dado que las licitaciones públicas, por regla general, pueden continuar su curso durante la restricción electoral, a diferencia de la contratación directa. Sin embargo, el riesgo de cualquier contratiempo administrativo mantiene las alarmas encendidas.
Plan de contingencia y vandalismo
Mientras se destraba el futuro tecnológico, Cali opera con un sistema obsoleto y bajo un plan de contingencia manual.
“Seguimos manejando nuestros semáforos con el plan actual. Desde la Subsecretaría tenemos una cuadrilla de semáforos y personas técnicas en manejo de semaforización que están trabajando por toda la ciudad arreglando cuando se presentan novedades”, agregó Moncayo.
Sin embargo, el esfuerzo de las cuadrillas choca contra una realidad delictiva: el vandalismo sistemático. Según cifras de la dependencia, cada día, en promedio, 15 intersecciones semafóricas quedan fuera de servicio debido al hurto de cableado y daños a las tarjetas controladoras.
Esta situación, sumada al retraso en la modernización, mantiene a la movilidad de Cali en un punto crítico, donde los agentes de tránsito deben suplir manualmente la falta de una red inteligente.
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