Madres de pacientes con cáncer, discapacidades y enfermedades huérfanas se tomaron ayer la sede de la Nueva EPS ubicada en el barrio Versalles de Cali. Las cuidadoras denunciaron una “crisis humanitaria” causada por la suspensión y falta de continuidad en la entrega de tratamientos vitales, situación que está poniendo en riesgo inminente la vida de sus hijos.
La protesta se concentró en las afueras de la oficina de la EPS, donde las madres expresaron su desesperación por la negligencia de la entidad.
Servicios suspendidos y riesgo vital
Las denuncias de las madres se centran en la interrupción de múltiples servicios esenciales:
- Suspensión de tratamientos médicos vitales.
- Retraso en la entrega de medicamentos.
- Cancelación del servicio de atención domiciliaria.
- Falta de provisión de suministros necesarios para la calidad de vida de los pacientes, como pañales especializados y suplementos nutricionales.
Una de las madres manifestó que el tratamiento de su hijo llevaba suspendido más de 40 días, mientras que la falta de servicios se ha extendido por cerca de dos meses.
“Han pasado dos meses, y la EPS no ha respondido. Estamos exigiendo la reinstalación inmediata de todos los servicios para nuestros niños”, fue el clamor de las manifestantes.
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Quejas por acuerdos incumplidos
Aunque representantes de la Nueva EPS acudieron al lugar y sostuvieron reuniones con las madres tras el inicio de la protesta, las cuidadoras aseguran que las soluciones ofrecidas han sido insuficientes y que los acuerdos temporales prometidos por la entidad no han sido honrados.
Las madres cuidadoras mantienen la exigencia de que se garantice el derecho fundamental a la salud de sus hijos, solicitando una respuesta definitiva a esta crisis que amenaza la vida de los pacientes más vulnerables del Valle del Cauca.
