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La guerra por tierras en Cali detrás de muerte de abogados y exjueza de paz

La situación de la guerra por tierras en Cali se intensifica con asesinatos relacionados con conflictos de tierras y el crimen organizado.

En Cali, narcotraficantes colombianos y mexicanos, así como grupos armados, se disputan la tenencia de tierras. Por lo menos, unas 20 mil hectáreas están en litigio, una situación que ha escalado a un alto nivel de violencia. Esto, evidenciado por el asesinato de dos abogados y una exjueza de paz en un corto período. Así lo revela El Tiempo. 

La exjueza de paz y los dos abogados fueron asesinados este año. Todos estaban presuntamente vinculados a conflictos de tierras con estructuras del crimen organizado. Un caso central es la disputa de la Alcaldía de Cali con un empresario por la restitución de un terreno de uso público en Golondrinas, donde se construyó una lujosa mansión, un proceso legal que se mantiene estancado. 

Aunque un empresario alega tener la posesión legítima del bien desde hace años, la administración distrital ejecutó un operativo de restitución el 17 de septiembre pasado, manteniendo el inmueble bajo custodia mientras persisten las batallas legales por su titularidad. 

Contexto: Dos muertes en 24 horas: crimen en heladería y ataque a exjueza de paz en Cali tendrían relación.

El caso de la exjueza de paz y los dos abogados 

Estarían atrapados en una guerra cruzada entre la administración pública, mafias de invasión y estructuras del narcotráfico. Su función principal ha sido interponer recursos legales, como tutelas, para frenar los procesos de restitución de predios que la Alcaldía reclama como públicos, o gestionar la recuperación de bienes ocultos por testaferros para capos de la droga. 

Uno de ellos, es un abogado cuya identidad se desconoce. Representó a un empresario que reclamó la mansión de 1200 metros en Golondrinas. Simultáneamente, gestionaba disputas por lotes en la carrera 66 y era apoderado de Andrés Mateo Orjuela Cobo, hijo de un antiguo vinculado al cartel de Cali. El abogado fue asesinado junto a Orjuela el 14 de noviembre de 2025, 58 días después del operativo de restitución de la mansión.  

La otra abogada era Luisa Fernanda Ramírez. Fue asesinada el 21 de noviembre en Jamundí. Defendía a narcotraficantes de alto perfil, incluyendo a alias Tánatos (enlace con el cartel de Sinaloa). Se investiga si su muerte fue consecuencia de quedar en medio de una disputa entre el capo y sus testaferros, a quienes la abogada presionaba legalmente para recuperar propiedades valoradas en más de 40.000 millones de pesos. 

Por último, la exjueza de paz era Cruz Magnolia Sánchez. Ella habría denuncia al abogado de Orjuela por presunto secuestro simple. Según su denuncia, él la habría retenido en una camioneta para presionarla a no intervenir en la disputa de los terrenos de la carrera 66. Fue asesinada el 13 de septiembre, meses antes que el abogado, tras recibir amenazas. 

El panorama criminal de Cali

Actualmente, el ecosistema criminal de Cali alberga grupos de crimen organizado, mafias transnacionales e influencia de Frentes Urbanos de disidencias y otros Grupos Armados Organizados (Gaos) que se pelean por el control territorial y de economías ilícitas como el narcotráfico y el microtráfico. A su vez, la mayor parte de la violencia homicida obedece al ajuste de cuentas entre criminales. Así revela esta nota investigativa de CW+ Noticias.

Cali es un nodo que conecta el sur de Colombia con las rutas del Pacífico, región estratégica por el Puerto de Buenaventura que moviliza el 11,4% de la mercancía de todo el país. Por ello, está rodeada de corredores geoestratégicos que facilitan el flujo de economías ilícitas y que conectan no solo con el Puerto, sino también con Cauca, que concentra más de 31 mil hectáreas de coca, según la Oficina contra la Droga y el Delito de la ONU (Unodc). 

Además de este contexto regional y local, Cali carga con una violencia histórica ligada al narcotráfico. Con la caída del Cartel de Cali, liderado por los capos Rodríguez Orejuela, y del Norte del Valle, encabezado por Orlando Henao Montoya, el control criminal de Cali se fragmentó en múltiples organizaciones de diferentes tamaños que operan como redes desplegadas territorialmente. Por esto, Aguirre asegura que la violencia en Cali ha mutado en los últimos 30 años e, incluso, está más “atomizada” que en la época de los grandes carteles de droga.

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