La ciudad de Cali amaneció este martes 16 de diciembre sumida en el luto y la indignación tras un atentado terrorista perpetrado contra una patrulla de la Policía Metropolitana. El hecho, ocurrido cerca de las 4:00 a. m. en el barrio Mariano Ramos (carrera 50 con calle 40), cobró la vida de dos uniformados que realizaban labores de patrullaje.
Los policías heridos fueron trasladados de urgencia a la Clínica Valle del Lili, donde lamentablemente fallecieron a causa de la gravedad de sus lesiones.
Las víctimas del ataque
Las identidades de los policías asesinados, quienes murieron protegiendo a la comunidad, son los subintendentes Jorge Leandro Gómez Ochoa y Robert Steven Melo Londoño. Ambos contaban con una trayectoria amplia dentro de la Policía Nacional y se encontraban en servicio activo al momento del atentado:
- Subintendente Jorge Leandro Gómez Ochoa: de 36 años, llevaba 15 años de servicio en la institución. Era casado y natural del departamento de Santander. A lo largo de su carrera había desempeñado distintas labores operativas y de vigilancia, y hacía parte del grupo de uniformados asignados a la seguridad del sector del suroriente de Cali.
Subintendente Robert Steven Melo Londoño: de 33 años, tenía 12 años de servicio en la Policía Nacional. Era soltero y oriundo del municipio de Pradera, en el Valle del Cauca. Sus compañeros lo describían como un policía comprometido con su labor y que conocía bien la dinámica de los barrios donde prestaba servicio.
La Policía Metropolitana y la administración distrital han extendido su solidaridad y acompañamiento a las familias de los uniformados.
Llamado al Gobierno Nacional
El alcalde de Cali fue enfático en su rechazo y aprovechó la coyuntura para hacer un llamado urgente al Gobierno Nacional:
“Nada justifica la muerte de esos dos colombianos. Yo no soy los policías un robot, son seres humanos, tienen familias. Cali necesita más pie de fuerza. Cali necesita que el Gobierno Nacional se ponga las pilas”, expresó el mandatario.
Tanto el alcalde como el secretario coincidieron en la necesidad de recuperar la capacidad de inteligencia y el dominio aéreo, además de atacar de frente a estos grupos terroristas. El ataque se da en un contexto de amenazas contra la ciudad y el suroccidente colombiano por parte de grupos armados organizados.
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