La capital del Valle enfrenta un panorama crítico en salud pública debido al uso irresponsable de artículos pirotécnicos. Según el reporte epidemiológico más reciente, más de 10 menores de edad han resultado lesionados por pólvora en Cali durante las primeras semanas de diciembre.
A nivel nacional, la cifra de niños quemados ya asciende a 185 casos, lo que representa un aumento del 9% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Las autoridades locales han identificado que las Comunas 7 y 11 son los sectores con mayor incidencia de estos accidentes en la ciudad.
Artefactos más peligrosos y tipos de lesiones
Los datos de vigilancia intensificada del Instituto Nacional de Salud (INS) revelan que la manipulación de ciertos elementos está dejando secuelas imborrables en los niños de la ciudad:
- Totes: encabezan la lista de peligrosidad, vinculados al 30,8% de los casos.
- Voladores: son los segundos responsables con el 18,4% de las lesiones.
- Otros artefactos: luces de bengala (3 casos) y cohetes (2 casos) también figuran en el balance de heridos locales.
- Gravedad de las heridas: el 85% de los afectados presenta quemaduras, mientras que el 49% sufre laceraciones. En casos extremos, se han registrado mutilaciones y daños oculares permanentes.
Acciones de control: el ‘Escuadrón Antipólvora’
Para frenar esta tendencia, la Alcaldía de Cali, bajo el liderazgo de Alejandro Eder, desplegó el ‘Escuadrón Antipólvora’, compuesto por 170 policías dedicados exclusivamente a incautar material ilegal y controlar expendios en espacios públicos.
“Poner pólvora en manos de un niño es una falta tipo cuatro, sancionada con hasta un salario mínimo legal vigente”, recordó la Policía Nacional, enfatizando que los padres pueden enfrentar procesos legales si sus hijos resultan quemados bajo su cuidado.
La Gobernación del Valle ha reforzado la campaña “Piénsalo cinco veces”, invitando a la ciudadanía a disfrutar de las festividades sin recurrir a explosivos que asustan a niños, adultos mayores y mascotas.
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