Tras diez años de parálisis administrativa, la administración del alcalde Alejandro Eder reactivó el proceso de reconocimiento económico por la desintegración física de buses del Transporte Público Colectivo (TPC). A través de una mesa de concertación liderada por la Procuraduría General de la Nación, Metro Cali inició el desembolso de recursos para formalizar la salida definitiva de estos vehículos de las vías de la ciudad.
Detalles de la operación financiera
La reactivación de estos pagos busca beneficiar progresivamente a 720 familias que dependen de este reconocimiento para cerrar sus ciclos laborales. La primera fase de este plan cuenta con las siguientes características técnicas:
- Población priorizada: se inició el proceso con 199 propietarios de buses que cumplieron con los criterios concertados en la mesa técnica.
- Monto total de la fase: el valor asignado para esta primera ronda de pagos asciende a $16.950.665.345.
- Ejecución actual: al corte del 19 de diciembre de 2025, se han emitido órdenes de pago por $2.234.974.079, correspondientes a las primeras 27 placas tramitadas.
Impacto en el sistema y el medio ambiente
La salida de estos vehículos no solo representa un alivio financiero para los transportadores, sino un avance estratégico para la movilidad de Cali. Según Álvaro Rengifo, presidente de Metro Cali, este paso es fundamental para recuperar el sistema MIO al reducir la competencia paralela y avanzar hacia un esquema de transporte complementario.
Adicionalmente, se espera un impacto positivo en la salud pública. El antecedente de 2015, cuando se chatarrizaron 4.200 buses, permitió que Cali fuera reconocida por la OMS como la segunda ciudad con mejor calidad del aire en el continente americano. Con esta nueva etapa, el Distrito busca reiterar su compromiso con la sostenibilidad ambiental y la dignificación del trabajo de quienes aportaron durante décadas a la movilidad local.
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